Ser maestro en un país como El Salvador se define con una sola palabra: “desafío”. El profesor Iván Tobar puede dar fe de ello. Caminando por ríos, puentes de hamaca y sin opción a señal de internet continúa impartiendo clases en una recóndita escuelita del Norte de San Salvador, en El Salvador.
El Profe Iván, que es como es conocido por sus alumnos, reconoció a la Voz de América que su profesión es difícil ya de por sí debido a la falta de recursos y a la inestabilidad laboral, pero asegura que ahora se volverá alarmante si no posees una plaza y eres “un interino” o maestro sin plaza como en su caso, ya que recientemente el Ministerio de Educación (MINED) decidió no sacar a concurso nuevas vacantes.
Según cuenta, el MINED les envió una circular notificándoles que sus puestos no iban a entrar a concurso y no se les ha tomado en cuenta ni el tiempo o la experiencia.
Tobar conduce su motocicleta todos los días por aproximadamente 20 minutos y camina cerca de una hora y 15 minutos para llegar a la escuela donde imparte clases. Si el clima no es bueno o lleva material, va montado a caballo.
Escuela en Chalatenango al norte de San Salvador, donde trabaja el maestro Iván Tobar. [Foto cortesía].
Admite que le encanta su lugar de trabajo y dar clases en la escuelita a la que, hoy por hoy, apenas asisten unos 12 niños, para quienes él es la única opción de tener un contacto con la educación.
Al igual que Tobar, muchos docentes “interinos”, emprenden cada día un viaje similar por amor a la educación. Sin embargo, el amor y la vocación no son suficientes, ya que como él cuenta, pese a que llevan años - algunos hasta 10 - dando clases en la misma escuela, no tienen una plaza fija y su sueño de tenerla se ve cada vez más lejano.
Pero el educador no pierde la fe, por lo que él y unos 3.000 maestros más en la misma situación, aglutinados en el Frente Salvadoreño Magisterial (FM), se han organizado para pedir a las autoridades competentes y al Congreso (ahora a la Nueva Asamblea Legislativa) la aprobación de un decreto transitorio que permitirá a los docentes interinos pasar a lo que en el país se conoce como Ley de Salarios.
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Por su parte Idalia Zuniga Melgar, secretaria del FM dice que su petición se ampara en la Carta Magna del Estado que protege el derecho al trabajo y que también obliga al “Estado a proteger a los y las trabajadoras y a generar fuentes de trabajo”.
Algo que la ministra de Educación, Carla Hananía de Varela, ha reconocido. Sin embargo, también ha señalado que sin decreto “no hay contratación”, además de ello, el Congreso salvadoreño tendría que asignarles “fondos” para poder costear esas 3.000 plazas.
¿Qué pasa?
El Salvador tiene una sobredemanda de maestros por varias razones, lo que mantiene en peligro la estabilidad de estas 3.000 familias, apuntó Zuniga, que además explicó que una de estas razones es que en 2020 hubiera una reforma a la Ley de la Carrera Docente, la que está por entrar en vigor.
Según la ley, las contrataciones deben regirse por antigüedad, reingreso, especialidad, lugar de residencia y pruebas de selección.
La ley busca igualdad, pero según Zuniga esto es sumamente difícil en la práctica, ya que deja en desventaja a nuevos docentes ya que, si se toma en cuenta que debido al “bajo salario” y a la inexistente pensión que reciben a la hora del retiro, los maestros con plazas oficiales se niegan a jubilarse pese a tener la edad.
“Hay un temor de jubilarse […] porque este sistema provisional nos condena a vivir en miseria”, citó Zuniga.
De acuerdo con la maestra, un docente con 30 años de servicio gana en El Salvador unos 1.000 dólares y su pensión a la hora del retiro es del 24% ó 26% de ese salario, es decir, unos 260 dólares.
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Idalia Zuniga El Salvador
La nueva ley también habla de los maestros interinos y cita que éstos no podrán exceder el plazo de un año. Tampoco regula un periodo de nombramiento de un educador interino.
Es debido a ambivalencias como esas que los maestros que forman el FM están dando seguimiento a una iniciativa de ley en el Congreso, que esperan sea tomada en cuenta por los legisladores.
Otro punto clave es que su contratación depende del Consejo Educativo Escolar (CDE), que se selecciona cada dos años por centro educativo. El CDE hace las contrataciones de estos docentes, “sin embargo este año debido a la pandemia de COVID-19 no han sido seleccionados y algunos están vencidos, y al estar vencidos no se les puede transferir fondos para que contraten”, explicó Zuniga.
Debido a esa situación, además, muchos maestros sin plaza han estado trabajando sin recibir salario desde el inicio del año escolar, afirmó la activista.
¿Qué pasa con la carrera docente en la región?
El Banco Mundial ha realizado varios estudios que buscan analizar la realidad que viven los maestros en la región, para el organismo el problema de contratación y salarios es una constante en los países pobres.
Además, según la institución en el informe 'Profesores excelentes: Cómo mejorar el aprendizaje en América Latina y el Caribe', pese a que los docentes ocupan un rol determinante en la sociedad, “el panorama de estos profesionales no es para nada alentador” debido a que los objetivos que persiguen “no son congruentes con los objetivos de los encargados de la formulación de políticas educativas”.
El Banco Mundial ha hecho un llamado a los gobiernos en todo el mundo para que procuren potenciar el aprendizaje de los estudiantes, y apoyar a los maestros y brindarles las herramientas adecuadas para mejorar la calidad educativa.
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