La última cobertura del periodista nicaragüense Eduardo Montenegro antes de exiliarse fue sobre los estragos del paso del huracán Iota en el norte del país: un deslave que dejó al menos nueve muertos entre los habitantes de una comunidad cercana a la ciudad de donde es originario.
Montenegro andaba acompañado de su hijo menor, un joven de 20 años a quien estaba preparando para tomar las riendas de NotimatTV, el medio de comunicación televisivo y radial que fundó hace unos 25 años, con el objetivo de ser una voz para la comunidad del norte del país.
Durante meses Montenegro había planificado irse de Nicaragua, agobiado por el asedio y la persecución de la cual asegura que era víctima por informar sobre la crisis sociopolítica que surgió en abril de 2018, pero lo materializó a finales de diciembre, días después que la Ley Especial de Ciberdelitos, que criminaliza el ejercicio del periodismo, según organizaciones de derechos humanos, entrara en vigencia.
Montenegro asegura que contabilizó en dos años de crisis que ha dado cobertura hasta 200 amenazas directas hacia él y su familia, a quienes fue enviando fuera del país, uno por uno.
Desde letreros pintados en la fachada de su casa con amenazas como “Plomo”, hasta balazos en las paredes del medio de comunicación que dirige es lo que recibió en múltiples ocasiones.
El reportero dijo a la Voz de América que intentó exiliarse en tres ocasiones sin éxito. “No es fácil dejar todo e irse a pasarla mal a otro país”. Pero las leyes aprobadas recientemente en Nicaragua, como la Ley de Agentes Extranjeros y la Ley Especial de Ciberdelitos que entró en vigencia en diciembre, apresuraron el tomar su decisión.
“O me voy a la cárcel o al exilio”, dijo.
La Ley de Agentes Extranjeros establece un control a las organizaciones no gubernamentales que reciban dinero del exterior; mientras que la Ley Especial de Ciberdelitos establece multas y hasta cárcel para quienes el gobierno considere que divulguen noticias falsas.
“La Ley de Agentes Extranjeros te prohíbe recibir apoyo de oenegés, imagínate, las que nos daban pautas. ¿De qué vamos a subsistir? Es un golpe económico serio, por otra parte, tenés la Ley de Ciberdelitos. En cualquier momento me quitan el teléfono y me detienen”, lamentó.
“Es complicado hacer periodismo en Nicaragua. Ellos son juez, acusadores. No hay justicia porque por mejor periodismo que se haga, cualquier simpatizante puede hacer una denuncia y como ellos son juez y parte estamos indefensos, no hay justicia”, añadió.
Durante 2020, la Fundación Violeta Barrios de Chamorro, una organización defensora de periodistas contabilizó al menos 230 agresiones contra los reporteros. Casi una por día.
Lo que significa que cada 30 horas en Nicaragua se produjo una agresión a la prensa independiente, dijo el experto de la Fundación Chamorro, Guillermo Medrano a la Voz de América.
Por otro lado, alerta que 2021 será un año de retos y desafíos para los periodistas por ser un año electoral en donde se han juntado varios detonantes que podrían poner en riesgo el ejercicio del periodismo.
“El año 2021 se avizora un año gris para la práctica periodística. Todavía arrastramos pandemia de 2020, la cultura del secretismo, la censura y otras cosas. Hay muchos desafíos de la prensa independiente”, indicó Medrano.
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Activistas en la mira
El panorama tampoco es alentador para los activistas con la nueva Ley de Ciberdelitos, la cual ya se encuentra en vigencia.
En el artículo 30, la legislación culpa a “quien, usando las Tecnologías de la Información y la Comunicación, publique o difunda información falsa y/o tergiversada, que produzca alarma, temor, zozobra en la población, o a un grupo o sector de ella a una persona o a su familia”.
El joven Kevin Monzón, quien utiliza las redes sociales para hacer mofa del gobierno del presidente Daniel Ortega, expresa que la ley tiene como fin callar las voces críticas al mandatario.
“¿Quién establece qué es zozobra o no?”, espetó.
Monzón había sido detenido en tres ocasiones antes de la aprobación de dicha ley, pero fue liberado bajo amenazas de ser procesado si continuaba utilizando las redes sociales para criticar al gobierno, según dijo a la VOA.
“Hago mi crítica. Hago sátira contra el gobierno y el régimen ha criminalizado eso. Aquí te echan preso, te secuestran, te torturan. Con esta Ley de Ciberdelitos el régimen quiere volver a callar a la gente que expresa lo que siente”, reclamó Monzón.
“Yo voy a seguir ejerciendo mi derecho a la libertad de expresión. Es un derecho de todos los nicaragüenses que tenemos”, sentencia el joven.
La comunidad internacional y países como Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea han criticado tanto la Ley de Agentes Extranjeros como la Ley Especial de Ciberdelitos, por consideran que tienen un fin nocivo en contra de periodistas, activistas y defensores de derechos humanos.
El gobierno de Ortega, por su parte, ha defendido la aprobación de las leyes, diciendo que tienen como fin generar estabilidad al país, que vive una de sus peores crisis en las últimas tres décadas.