Todos los países de la región centroamericana suspendieron clases para prevenir y amortiguar el impacto de la pandemia, sin embargo, Nicaragua es el único que insiste en mantener las clases presenciales. Según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), el país es el único en toda América Latina que mantiene abierta las escuelas y uno de cuatro en todo el mundo.
La Voz de América realizó un recorrido por varios centros educativos de Managua y constató la poca afluencia de estudiantes.
Una adolescente de educación media, que pidió proteger su identidad, contó que la ausencia de sus compañeros la motivó a quedarse en casa. “Llegue a entregar la guía que nos habían dejado y no llegó ni la mitad de los que siempre llegan, entonces mi mamá optó por traerme de regreso, ya no llevarme porque me puedo contagiar y aquí en mi casa hay personas adultas y se pueden contagiar y tienen enfermedades crónicas”, explicó.
La VOA también constató que en algunos colegios están tomando medidas como el uso de mascarillas por docentes y estudiantes y el lavado de manos, mientras otras como el distanciamiento físico han pasado desapercibidas.
La Ministra de Educación, Miriam Raudez, dijo que las puertas de las escuelas se abrieron a más de un millón de estudiantes luego de las vacaciones, sin hacer referencia a las medidas para prevenir los contagios del nuevo coronavirus.
La funcionaria pública señaló que abrieron las puertas de las escuelas “para que vuelva a ver alegría, considerando que los maestros van con todas las herramientas necesarias, para continuar fortaleciendo aprendizajes”.
Mientras, el director del Foro de Educación de Nicaragua, Jorge Mendoza, dijo a la Voz de América, que esta insistencia ha sido en vano, ya que los padres de familia no han enviado a sus hijos a los centros educativos.
“Esto ha significado que en promedio general solamente un 10% o 12% de la matrícula se mantuvo en la escuela, el resto ha tenido una asistencia irregular. todos los recursos que se están haciendo, queriendo mantener las clases se están echando en un saco roto, porque las familias no están enviando a los niños, entonces ahí se atrasan los programas y los procesos de aprendizaje”, explicó.
El experto en educación teme que al finalizar el ciclo escolar exista una promoción automática de todos los niños y adolescentes que no asistieron a clase, con el único objetivo de mantener una imagen de éxito en el año escolar que solo causaría deficiencias en el aprendizaje de los niños y jóvenes.
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Ante la preocupación de muchos padres de familia, varios colegios privados, católicos y subvencionados de todo el país han solicitado al Ministerio de Educación permiso para implementar la modalidad en línea.
Según datos, de este mismo ministerio más de un 70% de los colegios privados han solicitado este permiso, mismo que se autoriza siempre y cuando esté en consenso con las familias de los estudiantes.
La directora de un centro Privado de Managua, que prefiere guardar su identidad, contó a la VOA que, pese a varias consultas y encuestas realizadas a los padres de familia, ellos han expresado su deseo de continuar con las clases en línea ante el temor de contagios y brotes que afecten a sus hijos.
Dijo además que los centros privados deben reanudar el permiso para mantener la modalidad en línea cada determinado tiempo con el Ministerio de Educación.