Huracanes y pandemia dejan pérdidas millonarias en Nicaragua

Daniel Ortega, presidente de Nicaragua y su esposa, Rosario Murillo. [Foto: Manuel Esquivel]

El gobierno de Nicaragua reporta pérdidas millonarias por huracanes y pandemia del COVID-19, mientras acelera el paso para acceder a créditos internacionales.

La crisis económica que enfrenta Nicaragua como resultado de la crisis sociopolítica de 2018 y el impacto del COVID-19, así como los daños causados por los huracanes Eta e Iota, habría generado una brecha presupuestaria imprevista en las finanzas y la balanza de pagos del gobierno del presidente Daniel Ortega, según reportan funcionarios del Estado.

Solo la cuenta de los daños causados por el impacto consecutivo de dos huracanes en Nicaragua asciende a 742 millones 600.000 dólares, según el primer informe general presentado por el ministro de Hacienda y Crédito Público, Iván Acosta.

"Pueden observar que pasa de un impacto de 1,5 % del PIB a 6 puntos del Producto Interno Bruto", dijo el funcionario durante una comparecencia virtual con organismos internacionales.

Los más de 742 millones de dólares, de acuerdo al informe preliminar, suman los daños totales acumulados de 617 millones de dólares, las pérdidas en la economía que son de 121 millones y una cantidad no precisada de las necesidades que son para atender a los afectados por ambos ciclones que ingresaron al país en menos de 15 días.

También lea Nicaragua: pequeños negocios e iglesias colectan ayuda para damnificados de huracanes

Mientras según la propuesta del Presupuesto General de la República 2021, el gobierno de Daniel Ortega proyecta para los próximos tres años, una pérdida económica de más de 5 millones 437.000 dólares a causa del COVID-19, que durante meses ha intentado minimizar y por lo que la Asamblea Nacional aprobó, con carácter de urgencia, un préstamo otorgado por el Fondo Monetario Internacional.

La diputada opositora, Azucena Castillo, dijo en sesión parlamentaria que el gobierno de Nicaragua apenas está recibiendo el 40% del apoyo solicitado al Fondo Monetario Internacional, unos 185 millones de dólares.

"Venir hoy a aprobar una urgencia de esta facilidad financiera nos pone de frente ante la fragilidad de una economía básica que también está estremecida por una pandemia mundial y donde existe una situación política que no deja al país ser tratado como el resto de los países de Centroamérica por la comunidad financiera, que han logrado recibir fondos para sus balanzas de pago que no pongan en peligro las reservas y sus monedas", dijo la parlamentaria.

Cabe mencionar que Nicaragua es el último país de Centroamérica en recibir una aprobación del fondo para atender la emergencia directa del COVID-19, mientras la mitad de estos recursos deberán ser transferidos a la oficina de Servicios para Proyectos de las Naciones Unidas y el Programa Mundial de Alimentos, que atenderán también la emergencia provocada por los dos ciclones que atacaron el país recientemente.

La semana pasada, el Directorio Ejecutivo del FMI aprobó la entrega de estos 185 .3 millones de dólares como “asistencia financiera de emergencia” que ayudaría a equilibrar las cuentas del gobierno, afectadas por la pandemia de COVID-19 y los huracanes Eta y Iota.

Antes, el gobierno también ha recibido el apoyo de organismos multilaterales como el BID, Banco Mundial y BCIE, aunque hasta ahora en menor medida que otros países de la región, como Honduras, Guatemala y El Salvador. Mientras, esta semana también firmó dos créditos con el Banco Centroamericano de Integración Económica por 443 millones de dólares para ejecutar proyectos de reactivación económica.

También lea Huracanes Eta e Iota dejan golpe económico de 742,6 millones de dólares en Nicaragua

De acuerdo con las proyecciones socioeconómicas que publicó la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides), para este año se espera una reducción del -5% del PBI y un variación del -3.5% en el consumo privado.

“Este comportamiento es explicado por la disminución en los ingresos por trabajo de los hogares y cambios en los patrones de consumo durante el confinamiento voluntario; esto sería parcialmente contrarrestado por la recuperación de las remesas”, explicó Funides.