En menos de una semana, el panorama electoral en Nicaragua sufrió la falta de una alianza electoral de la oposición y después la abrupta cancelación de la personalidad jurídica del Partido de Restauración Democrática, que deja sin casilla a la Coalición Nacional, uno de los dos grandes bloques opositores.
Las reacciones no se hicieron esperar y el presidente del Partido de Restauración Democrática, Saturnino Cerrato, dijo que la decisión del Consejo Electoral es extraña e ilegal. “No nos llamaron para ser oídos, para nada", aseguró.
"Se entiende que personas naturales no pueden presentar una impugnación contra un partido político y además ni siquiera son militantes del partido, por eso resulta tan extraña la decisió", agregó.
La impugnación de algunos pastores evangélicos, quienes incluso no son militantes del Partido de Restauración Democrática, fue la justificación para que los nuevos magistrados decidieran cancelar la personalidad jurídica del PRD, porque supuestamente se contradice con los principios cristianos al promover el aborto y el matrimonio igualitario.
Sin embargo, el analista político Bonifacio Miranda explicó a la Voz de América que la decisión del Consejo Supremo Electoral no tiene asidero jurídico y es contraria al Estado laico consagrado en el artículo 14 de la Constitución.
“Es una medida drástica, intempestiva, de la dictadura para dejar sin vehículo electoral a las fuerzas que aún se agrupan en la coalición nacional, pero fundamentalmente es un castigo para la Unidad Nacional Azul y Blanc", argumentó.
Para Miranda, la dirigencia del PRD también ha sido castigada por pretender abrir sus listas a los candidatos de la Unidad Nacional Azul y Blanco. De un solo golpe, el Consejo Electoral inhibió a todos los precandidatos de la Unidad, al dejarlos sin casilla, sacando de circulación el carro del PRD y cerrando las posibilidades de que participen en las elecciones de noviembre de este año.
Pero además, el Consejo Supremo Electoral canceló la personalidad jurídica del Partido Conservador, el más antiguo de Nicaragua, por su decisión de no participar en los comicios del 7 de noviembre, después de considerar que no existen las condiciones necesarias para una verdadera y democrática elección.
Los opositores nicaragüenses advierten que las recientes decisiones del poder electoral forman parte de una nueva maniobra del gobierno sandinista para eliminar cualquier competencia en las urnas.
En un comunicado, la Coalición Nacional indicó que “(el presiente Daniel) Ortega quiere ejecutar una farsa electoral escogiendo a los participantes”.
“La inclusión es uno de los atributos más importantes de una elección democrática, que con la resolución arbitraria, inconstitucional e ilegítima, solo muestra su terror a enfrentarse a la oposición aglutinada en la Coalición Nacional, que al no poder derrotarla limpiamente, opta por excluirla”, agregó.
Juan Diego Barberena, abogado e integrante del Consejo Político de la Unidad Nacional Azul y Blanco, comentó que “el PRD se volvió verdaderamente en un partido opositor, que iba a llevar en su carro a las organizaciones que estaban encarando el derrocamiento de la dictadura”.
“El argumento de fondo (de la cancelación) es anular la competencia electoral, que el liderazgo de Félix Maradiaga, Medardo Mairena, Miguel Mora y Cristiana Chamorro, a quien se le propuso también entrar en el mecanismo de la Coalición en la casilla del PRD, no tengan cómo participar en las elecciones”, explicó.
El analista político Oscar René Vargas sostiene que el Gobierno, en el marco de las cinco crisis (económica, social, política, sanitaria e internacional), recrudece la represión en el país.
¨Ha promovido una ley que prevé la depuración del personal no orteguista de la administración pública, otra que anula lo poco que queda de la libertad de prensa, un tercero que refuerza más el poder ejecutivo y, por último, elimina la posibilidad de participación de la Coalición Nacional en las elecciones de noviembre de 2021. Al mismo tiempo que acumula en sus manos todo el poder de las fuerzas armadas. El objetivo es siempre el mismo: consolidar la dictadura¨.
Para los analistas, Si no hay una alternativa democrática Nicaragua está condenada a transformarse en el país más pobre y atrasado de la región centroamericana con consecuencias negativas para toda la economía regional.
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Finalmente, la última esperanza de la oposición descansa ahora sobre el Partido Ciudadanos por la Libertad, que junto con la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia y el partido Movimiento de Unidad Costeña forman la Alianza Ciudadana.
Sus miembros expresaron a través del líder estudiantil Lesther Alemán que sus puertas están abiertas para recibir al Partido de Restauración Democrática y al Partido Conservador para formar una alianza única contra el partido de gobierno.
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