Largas filas de ciudadanos se forman cada día a las afueras del hospital Alemán Nicaragüense en Managua de personas que buscan información de sus parientes ingresados con síntomas de COVID-19, en medio del hermetismo y el silencio que les han solicitado las autoridades de salud.
Una mujer, que prefirió no identificarse, asegura haber trasladado a su marido con problemas respiratorios a este centro asistencial por la falta de camas en un hospital privado, donde se encontraba internado.
“Yo lo tenía en el Vivian Pellas, pero ahí no había más camillas y le hicieron radiografías y estaba bastante mal, pero como no había camillas lo tuvieron que trasladar para acá, dicen”, explicó la mujer mientras esperaba su turno en la fila.
El Alemán Nicaragüense es uno de los 19 hospitales seleccionados por las autoridades del Ministerio de Salud para atender pacientes sospechosos o confirmados como enfermos de COVID-19. Los familiares llegan todas las mañanas al portón 2 para saber de ellos.
También lea Sepelios exprés disparan dudas sobre fallecimientos por COVID-19 en NicaraguaLa situación no es particular de este centro, también afuera de la sala de emergencia del Hospital Manolo Morales los ciudadanos deben esperar por horas para ser atendidos ante la creciente demanda de ayuda por los numerosos casos de enfermedades respiratorias.
El doctor Javier Núñez, integrante de la Unidad Médica Nicaragüense, dijo a la Voz de América que la falta de medidas de prevención encamina al país al abarrotamiento de los hospitales.
“Si no es que ya están saturados, vamos a encaminarnos a esa fase. Y esa fase es la fase número cuatro, que significa que los hospitales ya no van a tener la posibilidad de atender porque están saturados de pacientes”, explicó Núñez, quien teme que lo peor aún está por venir.
El galeno recordó que hace seis semanas la asociación advirtió de tal situación si a nivel estatal no se ponían en marcha medidas de prevención, porque los contagios eran inevitables, para que el sistema de salud no se saturara.
En los hospitales privados la situación no es diferente. La VOA intentó contactar a directores y responsables de las áreas de información de tres hospitales privados del país: El Bautista, El Monte España y el Vivian Pellas, pero todos declinaron hacer declaraciones.
Por otra parte, el diputado sandinista Carlos Emilio López desmintió que en el país exista una sobre demanda de atención en los hospitales.
“El contagio del COVID-19 no ha sobrepasado en ningún momento la capacidad hospitalaria. Es mentira que en Nicaragua los hospitales estén colapsados, llenos, rebasados o saturados. En nuestro país se garantiza el derecho a la salud universal. Existe un modelo de salud que coloca en el corazón a la persona, la familia y la comunidad”, sostuvo el parlamentario.
En su afán por defender la capacidad del sistema de salud público en Nicaragua, el diputado explicó que hay 77 hospitales distribuidos en todos los departamentos del país.
“Diecinueve hospitales nuevos construidos en los últimos 13 años, de los cuales se han destinado 18 hospitales habilitados con toda la tecnología y con toda la atención integral para posibles personas que lleguen con coronavirus. Tenemos 11.732 camas, 562 camas en Unidad de Cuidados Intensivos, 449 respiradores, 954 monitores”, dijo López.
Sin embargo, los nicaragüenses viven un ambiente de zozobra y preocupación ante la eventualidad de requerir atención médica y no poder conseguirla por la cantidad de pacientes que aumenta cada día.
Después de seis días sin brindar información, el Ministerio de Salud entregó esta semana un informe en el que afirmó que en una semana ha habido tres muertes por coronavirus y nueve casos positivos más, por lo que la cifra oficial quedaría en 25 casos registrados y ocho muertes.