Catir, un perro de siete años que tenía problemas de movilidad debido a una enfermedad en la columna, juega en la sala de su casa, a solo unos instantes de estrenar una silla de ruedas ortopédica.
El veterinario nicaragüense Mariano Mendoza, le ha devuelto la esperanza, al igual que lo ha hecho con más de 60 mascotas que tenían problemas motores, provocados principalmente por accidentes de tránsito.
Mendoza originario de la ciudad de León, ubicada en el noreste de Nicaragua, se convirtió desde hace tres años en el pionero de la fabricación de sillas de ruedas ortopédicas para mascotas.
“Fue algo bastante repentino, nunca imaginé pasar por estas experiencias. Para mi ha sido una de las mejores en mi vida”, cuenta el veterinario a la Voz de América.
La idea de fabricar las sillas de ruedas para las mascotas se dio cuando unos amigos lo llamaron para aplicarle la eutanasia a Yelow, un gato que presentaba múltiples fracturas de cadera que le impedían caminar.
El gatito empezó a llorar, se desesperó como pidiendo ayuda y eso me tocó el corazón"
Mariano Mendoza, veterinario
Sin embargo, en el momento en que iba a realizar la eutanasia, ocurrió algo que se lo impidió.
“Llegó el momento, preparé todo, y al momento de querer aplicarle la inyección, lo quedé viendo, fue raro. El gatito empezó a llorar, se desesperó como pidiendo ayuda y eso me tocó el corazón. Me temblaban las manos y decidí no realizar la eutanasia”.
El veterinario decidió llevarse a Yelow a su pequeño consultorio, ubicado en su casa. Debido a las fracturas que el felino tenía, el animalito no podía controlar su orina.
“El gatito no tenía control de sus defecaciones y orina, y como no me gusta tener amarrado a los animales, lo tuve suelto y hacía sus necesidades en la casa, y hubo una discordia con mi familia”, rememora. “Ahí se me vino la idea de hacer una cama ortopédica”.
La inversión fue de unos 20 dólares aproximadamente, pero Yelow tuvo otras complicaciones respiratorias y murió a las pocas semanas, por lo que el veterinario decidió vender la cama ortopédica en Facebook en donde tuvo buena aceptación.
“Me llevé todo el día para hacer la cama ortopédica, fue un 3 de abril de 2018. Ya vamos rumbo a los tres años del proyecto”, señala.
A la fecha, el veterinario ha realizado más de 60 sillas ortopédicas. La última fue vendida a un cliente que vive en el norte del país.
Clientes satisfechos
María Elena Palacios, dueña de Catir se muestra satisfecha con la innovación del veterinario, pues afirma que su mascota ha recobrado el ánimo.
“El perro, antes de que tuviera la silla se lastimaba mucho, se miraba deprimido, lloraba porque quería ir a pasear. Ahora con la silla ortopédica es diferente”, recuerda Palacios.
Según veterinarios nicaragüenses, a la mayoría de las mascotas que sufren algún tipo de discapacidad motora se les practica la eutanasia. No obstante, el doctor Mendoza ha demostrado que las mascotas pueden vivir gracias a su ingenio.
“Es una bendición porque hay muchos animalitos aquí que tienen este mismo problema, y que no se pueden desplazar porque no tienen silla de ruedas. Mientras que ahora teniéndolo a él, que fabrica las sillas de ruedas, es de ayuda”, señala a la VOA otra de las dueñas de Catir.
La pasión del veterinario por los animales lo motiva a viajar por casi todo el país, para visitar a sus pacientes, quienes en su mayoría han sido atropellados en las carreteras.
* Con colaboración Houston Castillo.
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