Una investigación realizada en Estados Unidos concluyó que luego de beber cerveza, los hombres resuelven acertijos con mayor facilidad.
Aunque los efectos del alcohol en la sangre del ser humano, limitan la memoria y ciertas funciones motrices, también estimularía la capacidad creativa de los hombres. Esa fue la sorprendente conclusión de un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Illinois en Chicago.
Los investigadores tomaron como conejillos de indias a 40 hombres cuya edad estuvo entre los 21 y los 30 años. Los sometieron a un juego en el que 20 se tomaron dos vasos de cerveza y los otros 20 no.
Tras unos minutos, mientras el alcohol hizo efecto, los investigadores les dieron tres palabras y, probando su capacidad resolutiva, les dejaron la tarea de adivinar cuál era la cuarta palabra para completar lógicamente la sucesión.
La sorpresa se dio cuando los participantes que no habían probado el alcohol resolvieron un 40% menos de los acertijos que sí lograron descifrar quienes estaban bajo los efectos de la cerveza.
“El alcohol hizo que resolvieran los acertijos de manera menos analítica y más intuitiva”, concluyó la psicóloga Jennifer Wiley, una de las investigadoras.
Según los investigadores otro indicio de los benéficos efectos del alcohol, es que las cosas realmente creativas suelen pensarse luego de tomar una copa de vino después de la cena.
Curiosamente, esta investigación no fue financiada por ninguna empresa productora de bebidas alcohólicas sino por la Asociación Internacional de Psicología.
Lo cierto es que las empresas cerveceras y los consumidores frecuentes, ahora tienen una excusa o una razón más para beber cerveza.
Los investigadores tomaron como conejillos de indias a 40 hombres cuya edad estuvo entre los 21 y los 30 años. Los sometieron a un juego en el que 20 se tomaron dos vasos de cerveza y los otros 20 no.
Tras unos minutos, mientras el alcohol hizo efecto, los investigadores les dieron tres palabras y, probando su capacidad resolutiva, les dejaron la tarea de adivinar cuál era la cuarta palabra para completar lógicamente la sucesión.
La sorpresa se dio cuando los participantes que no habían probado el alcohol resolvieron un 40% menos de los acertijos que sí lograron descifrar quienes estaban bajo los efectos de la cerveza.
“El alcohol hizo que resolvieran los acertijos de manera menos analítica y más intuitiva”, concluyó la psicóloga Jennifer Wiley, una de las investigadoras.
Según los investigadores otro indicio de los benéficos efectos del alcohol, es que las cosas realmente creativas suelen pensarse luego de tomar una copa de vino después de la cena.
Curiosamente, esta investigación no fue financiada por ninguna empresa productora de bebidas alcohólicas sino por la Asociación Internacional de Psicología.
Lo cierto es que las empresas cerveceras y los consumidores frecuentes, ahora tienen una excusa o una razón más para beber cerveza.