Móviles descubrieron a 'El Chapo'

Foto divulgada por la Procuraduría mexicana de Joaquín "El Chapo" Guzmán

La interceptación de llamadas de teléfonos móviles, las capturas y el descuido del propio narcotraficante contribuyeron en su captura.
La captura de Joaquín “El Chapo” Guzman el sábado en Sinaloa fue posible gracias a la interceptación de las llamadas del celular de uno de los correos del famoso narcotraficante.

De acuerdo a funcionarios estadounidenses, las autoridades mexicanas y estadounidenses encontraron un teléfono móvil de ese ayudante el 16 de febrero, en una casa donde se almacenaban drogas.

A través de los registros de llamadas y a otras escuchas, El Chapo fue ubicado en el apartamento 401 del edificio de condominios Miramar, en la ciudad turística de Mazatlán, estado de Sinaloa, donde finalmente fue arrestado.

Habitación en la que fue encontrado Guzmán.


De acuerdo con informaciones de agentes que participaron en la investigación y que hablaron con la prensa, la investigación sobre el paradero de Guzman, fugitivo de la justicia durante 13 años, había comenzado un año antes cuando agentes de Inmigración estadounidenses, la DEA y la oficina de Marshals de Estados Unidos detuvieron a Ismael “El Mayo” Zambada, hijo del más importante lugarteniente de El Chapo.

Esa captura fue posible gracias a la interceptación de las llamadas de unos 100 teléfonos relacionados con el cartel de Sinaloa. Las autoridades, pudieron de esa manera penetrar “al circulo más cercano al Chapo”.

El descuido de Guzmán en su estrategia de seguridad también contribuyó grandemente a su caída. Probablemente cansado de esconderse y del aislamiento en los escondites de las montañas, con más frecuencia comenzó a bajar a las ciudades de Culiacán y Mazatlán.

El 13 de febrero, cinco personas descritas como sicarios del cartel fueron arrestadas en una hacienda en las afueras de Culiacán. Tres días más tarde, el 16, Guzmán a penas si puedo escapar de los marinos que se toparon con una puerta de acero cuando lo buscaban en la casa de una ex-esposa.

Su escape fue posible gracias a una puerta escondida debajo de una bañera, desde donde descendió por una escalera hasta el sistema de alcantarillados de la ciudad, el cual conectaba a por lo menos otras siete casas.

El 19 y el 20 de febrero hubo más arrestos en Culiacán, junto con el decomiso de cocaína, armas y vehículos.

Pero El Chapo se equivocó de nuevo; en lugar de regresar a las montañas cuando el cerco sobre él se estrechaba, se fue al condominio que rentaba en Mazatlán. Allí llegó el viernes acompañado de una mujer descrita como su secretaria y amante, y de un guardaespaldas conocido como El Cóndor.

Los comandos de la marina mexicana lo sorprendieron el sábado, a las 6:40 de la mañana, cuando dormía descamisado junto a la mujer. No opuso ninguna resistencia, pese a que al momento de su captura, Guzmán tenía un rifle de asalto.