El Ejecutivo venezolano celebra una toma de posesión simbólica que marca un nuevo mandato del presidente Hugo Chávez.
Avalado por la Asamblea Nacional y el Tribunal Supremo de Justicia, el Ejecutivo venezolano celebró una toma de posesión simbólica para marcar un nuevo mandato del presidente Hugo Chávez.
Se trató de una celebración en la que el principal invitado no estuvo presente.
"La gran fiesta popular” a la que ha convocó el chavismo en el palacio presidencial de Miraflores, comenzó a las 10:00 a.m. con miles de seguidores dispuestos a rendir homenaje a su líder, quien no ha sido visto desde hace un mes cuando fue operado por cuarta vez para detener un cáncer diagnosticado 18 meses en la zona pélvica.
"Cuando (nuestros invitados) le vean los ojos mañana a esa manifestación de varios miles de hombres y mujeres (...) gente de a pie, los humildes, los chavistas, los bolivarianos, los patriotas (...) van a ver los ojos a un solo rostro: el rostro de Hugo Chávez", dijo Maduro el miércoles por la noche.
Invitados, los hay. Como si se tratara de una toma de posesión normal, representantes de 20 gobiernos, incluyendo aliados cercanos de Chávez como el boliviano Evo Morales, el nicaragüense Daniel Ortega y el uruguayo José Mujica, han llegado a la fiesta para dar fe de lo que puedo haber sido la toma de posesión.
Pero la juramentación se ha retrasado indefinidamente hasta que se despeje la duda sobre si el mandatario podrá o no ejercer el poder. Para eso no hay prisas.
El presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, dijo que Chávez puede tomarse todo el tiempo “que necesite para atender su enfermedad”.
De igual manera, el TSJ, que en los últimos 10 años nunca ha fallado contra Chávez, también sentenció que el presidente y su gabinete siguen en funciones más allá del "formalismo" establecido en la carta magna el 10 de enero y consideró innecesario que una junta médica independiente analice la condición del jefe del Estado.
A la oposición lo único que le quedó fue pedir a los invitados que no llegaran a Venezuela. El diputado opositor Julio Borges les exhortó a "que se abstengan de venir a avalar un acto inconstitucional. No se está pensando en Venezuela y los venezolanos, sino que algunos países están pensando en su beneficio y en los regalos que han recibido durante estos 14 años", les echó en cara.
Se trató de una celebración en la que el principal invitado no estuvo presente.
"La gran fiesta popular” a la que ha convocó el chavismo en el palacio presidencial de Miraflores, comenzó a las 10:00 a.m. con miles de seguidores dispuestos a rendir homenaje a su líder, quien no ha sido visto desde hace un mes cuando fue operado por cuarta vez para detener un cáncer diagnosticado 18 meses en la zona pélvica.
"Cuando (nuestros invitados) le vean los ojos mañana a esa manifestación de varios miles de hombres y mujeres (...) gente de a pie, los humildes, los chavistas, los bolivarianos, los patriotas (...) van a ver los ojos a un solo rostro: el rostro de Hugo Chávez", dijo Maduro el miércoles por la noche.
Invitados, los hay. Como si se tratara de una toma de posesión normal, representantes de 20 gobiernos, incluyendo aliados cercanos de Chávez como el boliviano Evo Morales, el nicaragüense Daniel Ortega y el uruguayo José Mujica, han llegado a la fiesta para dar fe de lo que puedo haber sido la toma de posesión.
Pero la juramentación se ha retrasado indefinidamente hasta que se despeje la duda sobre si el mandatario podrá o no ejercer el poder. Para eso no hay prisas.
El presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, dijo que Chávez puede tomarse todo el tiempo “que necesite para atender su enfermedad”.
De igual manera, el TSJ, que en los últimos 10 años nunca ha fallado contra Chávez, también sentenció que el presidente y su gabinete siguen en funciones más allá del "formalismo" establecido en la carta magna el 10 de enero y consideró innecesario que una junta médica independiente analice la condición del jefe del Estado.
A la oposición lo único que le quedó fue pedir a los invitados que no llegaran a Venezuela. El diputado opositor Julio Borges les exhortó a "que se abstengan de venir a avalar un acto inconstitucional. No se está pensando en Venezuela y los venezolanos, sino que algunos países están pensando en su beneficio y en los regalos que han recibido durante estos 14 años", les echó en cara.
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