El presidente chileno Sebastián Piñera dijo que el país está funcionando con bastante normalidad en el primer día de una huelga nacional de 48 horas convocada por la Confederación Unidad de Trabajadores, (CUT) para protestar contra su gobierno.
En partes de Santiago y en otras ciudades, manifestantes colocaron barricadas en las calles y quemaron neumáticos. El presidente de la CUT, Arturo Martínez aseguró que no había nada de normalidad en las actividades del día: “La gente sabe que el país no está normal hoy, que la locomoción no está normal y que hay día de movilización", señaló.
Hubo algunos pequeños enfrentamientos con la policía, pero muchas personas acudieron a sus trabajos. Un porcentaje pequeño de trabajadores de todos los sectores, menos el minero, participan en la protesta.
Según el portavoz del gobierno chileno, Andrés Chadwick, “podemos hablar de normalidad. Es cierto, hemos tenido algún tipo de barricadas pero han sido cosas menores que han podido ser sofocadas rápidamente por Carabineros (la policía). Han provocado algún problema de tránsito”.
Se trata del primer paro de 48 horas convocado contra el gobierno de Piñera, que ha estimado que el paro costará al país unos $200 millones de dólares diarios.
No había ocurrido una protesta por demandas laborales en el país durante 20 años. Estas manifestaciones se suman a la huelga donde decenas de miles de estudiantes exigen reformas educativas.
Ante las dos situaciones, la presión aumenta sobre el gobierno chileno del presidente Sebastián Piñera.
El conservador mandatario chileno ha decaído en popularidad en los últimos meses, con una reciente encuesta revelando que es el líder más impopular en dos décadas desde que terminó el régimen de Augusto Pinochet.