La policía chilena acordó suspender el uso de balines para controlar protestas después de que un estudio reveló que los proyectiles podrían contener sustancias nocivas como plomo y sólo una pequeña porción de goma.
El jefe del cuerpo, el general Mario Rozas, dijo que solicitó al proveedor aclarar la composición de los balines y que había encargado estudios independientes en Chile y el extranjero, según un comunicado divulgado la noche del martes.
“Como una conducta de prudencia, se ha ordenado suspender el uso de esta munición no letal como herramientas antidisturbios”, señaló Rozas.
“Sólo podrá ser utilizada, al igual que las armas de fuego, como una medida extrema y exclusivamente para la legítima defensa, cuando haya un peligro inminente de muerte”, agregó.
La decisión se anunció después que un estudio de la Universidad de Chile informó que el proyectil se compone solo de 20% de caucho y el resto son minerales o metales de alta dureza como sílice y sulfato de bario, además de plomo.
Unos 200 manifestantes han sido heridos en los ojos por acción policial durante la ola de protestas que sacude a Chile desde hace más de un mes, según reportes del Colegio Médico. El estallido social ha dejado más de 20 muertos y se han elevado críticas sobre el excesivo uso de la fuerza por parte de los agentes del orden.
Rozas señaló además que un estudio realizado por el propio laboratorio de la policía no concordaba con las conclusiones del informe de la universidad, pero que sí “muestra diferencias” con las composición declarada por el fabricante.
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