La Casa Blanca informó que el FBI inició las investigaciones para determinar la responsabilidad del ciberataque masivo sobre la agencia federal responsable de recolectar antecedentes y emitir permisos de seguridad para millones de empleados gubernamentales.
“No se ha llegado a conclusiones, en este punto, sobre la atribución del ataque en particular, y como lo mencioné esto es algo que todavía está bajo investigación”, dijo Josh Earnest, portavoz de la Casa Blanca.
Earnest agregó que los investigadores tratan de determinar el alcance del ataque cibernético y qué país fue responsable, para tomar medidas, aunque evitó especular con una posible culpabilidad de China.
“El Presidente (Obama) ha incluido frecuentemente, en cada reunión que realiza con el actual presidente chino, el tema de las crecientes actividades de China en el espacio cibernético como una importante fuente de preocupación. Esto quedó en evidencia, para todo el mundo el año pasado, cuando el Departamento de Justicia acusó a cinco funcionarios militares chinos por delitos cibernéticos. Esa es una muestra de que nuestros profesionales del cumplimiento de las leyes, sin duda, toman muy en serio las amenazas cibernéticas y están al tanto de las que emergen de China”, detalló Earnest.
Un portavoz de la embajada china aquí en Washington, Zhu Haiquan, enfatizó que China penaliza la piratería cibernética. “Sacar conclusiones apresuradas y hacer acusaciones hipotéticas es irresponsable y contraproducente”, añadió.
La Oficina de Manejo de Personal (OPM por sus siglas en inglés) informó que unos 4 millones de empleados y exempleados federales pueden verse afectados, en lo que constituye uno de los mayores ciberataques al gobierno en años.
Como oficina de recursos humanos del gobierno federal de Estados Unidos, la OPM es vista como un blanco de alto valor. Sus computadoras almacenan información sensible sobre los empleados como los números de seguridad social, información de planilla, descripción de funciones, evaluaciones e información familiar.