Kim confirma en China compromiso por desnuclearizar península coreana

El líder norcoreano, Kim Jong Un, y el presidente chino, Xi Jinping, posan en esta foto de su visita no oficial a Pekín.

El líder norcoreano, Kim Jong Un, visitó China de domingo a miércoles en una visita no oficial, en la que confirmó su compromiso por desnuclearizar la península coreana y sostener conversaciones con Corea del Sur y Estados Unidos, según reportó el miércoles la agencia de noticias estatal Xinhua.

Kim fue recibido con gran pompa en Pekín, una señal de la voluntad de acercamiento entre los dos aliados históricos antes de la cumbre prevista entre el dirigente norcoreano y el presidente estadounidense Donald Trump.

China confirmó la visita secreta hasta el miércoles de madrugada cuando Kim ya había regresado a su país en tren, y distribuyó fotos del líder norcoreano con el presidente chino, Xi Jinping, dándose la mano frente a las banderas de ambas naciones.

La agencia reportó que Kim y su esposa Ri Sol Ju asistieron a una ceremonia solemne y a un banquete ofrecido en su honor en el Gran Palacio del Pueblo en la plaza Tiananmen.

"Sin duda, mi primera visita al extranjero [debía ser] a la capital china", dijo Kim, según unas declaraciones difundidas por la agencia de prensa oficial norcoreana KCNA. "Es mi deber solemne", agregó.

Esta visita tiene interesantes connotaciones, y para el Dr. Jorge Malena, director del Centro para Estudios de China Contemporánea en la Universidad El Salvador en Argentina, su conexión directa es el impacto de las sanciones económicas y las dificultades que eso significa para el pueblo de Corea del Norte.

En entrevista con la Voz de América este experto analiza el escenario que antecede a dos importantes reuniones en un futuro muy cercano.

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Dr. Jorge Malena dialoga sobre la visita de Kim Jong Un a China

Los expertos señalan que Kim habría tenido la necesidad de dialogar con su tradicional aliado antes de su encuentro planeado con el presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, y el mandatario estadounidense.

La medida diplomática de Corea del Norte se presenta en un año de inusuales provocaciones al realizar su prueba nuclear más potente hasta la fecha, así como tres pruebas de misiles balísticos intercontinentales con la intención de alcanzar a Estados Unidos continental.

Los desarrollos se interpretaron como un acto de desesperación por parte de Corea del Norte para salir del aislamiento y mejorar su economía, que está sujeta a fuertes sanciones.

China es el único gran aliado de Corea del Norte y su principal proveedor de energía, ayuda y comercio que mantiene a flote a su castigada economía.

Kim Jong Un y su esposa Ri Sol Ju (izquierda) conversan con el presidente chino, Xi Jinping, y su esposa, Peng Liyuan.

La visita a China representa el primer viaje conocido de Kim desde que asumió el poder en 2011, y su encuentro con Xi fue el primero con un líder extranjero.

El padre de Kim, el difunto líder Kim Jong Il, visitó China en varias ocasiones durante su gobierno, incluyendo un viaje en mayo de 2011 unos meses antes de morir.

Las visitas previas de Kim Jong Il estuvieron rodeadas de discreción, y Beijing únicamente confirmaba su presencia una vez que había cruzado la frontera hacia Corea del Norte en tren.

Según Xinhua, el líder norcoreano, se pronunció claramente a favor de la desnuclearización de la península coreana.

"Nuestra posición constante es estar comprometidos a favor de la desnuclearización de la península coreana, conforme a la voluntad del expresidente Kim Il Sung y del ex secretario general Kim Jong Il", predecesores y abuelo y padre respectivamente de Kim Jong Un, informó la agencia china.

Esta cuestión "puede resolverse si Corea del Sur y Estados Unidos responden a nuestros esfuerzos dando muestras de buena voluntad", agregó el dirigente norcoreano.

Por su parte, Xi Jinping alabó la amistad entre ambos países, forjada durante la guerra de Corea (1950-1953).

"Es una elección estratégica y la única buena elección posible entre ambos países en base a la historia y la realidad", declaró. Xi aceptó una invitación para visitar Corea del Norte, según la agencia norcoreana KCNA.

Corea del Sur informó el mes pasado de que Pyongyang estaría dispuesta a abandonar su programa nuclear a cambio de garantías estadounidenses en materia de seguridad. Sus ensayos nucleares y balísticos están suspendidos.

En Washington, la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, reveló que Trump recibió un mensaje de Xi Jinping sobre sus reuniones con Kim.

"Vemos esta evolución como una nueva prueba de que nuestra campaña de máxima presión está creando el ambiente apropiado para un diálogo con Corea del Norte", declaró con satisfacción.

La televisión pública china CCTV difundió imágenes de Kim y Xi estrechándose la mano frente a las banderas de ambos países, acompañados de sus esposas. El jefe de Estado chino y su invitado, vestido con traje Mao de color gris oscuro, escucharon los himnos de ambos países y pasaron revista a las tropas.

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China recibe con pompa y estilo a Kim Jong Un

La visita del dirigente norcoreano a Pekín constituye un espaldarazo para la diplomacia china, que pudo parecer marginada cuando se anunció la cumbre de Kim y Trump.

El líder norcoreano no se había reunido con el presidente chino desde que sucediera a su padre, Kim Jong Il, hace seis años.

En los últimos años, las relaciones bilaterales se habían tensado a causa del creciente apoyo de Pekín a las sanciones económicas de la ONU, destinadas a poner freno a los programas balístico y nuclear de Pyongyang.

Colaboración con la entrevista de Gioconda Tapia Reynolds