En medio de una escalada de tensiones entre China y Estados Unidos, el gobierno occidental anunció un mayor control en las aguas disputadas del mar sur de China.
El gobierno chino ha chocado violentamente contra buques de Vietnam y las Filipinas, en lo que llama el derecho a defender su soberanía.
Indonesia, Brunei, Malasia y Taiwán también tienen demandas internacionales por el uso libre de la zona, una de las rutas marítimas más transitadas del mundo, con importantes consecuencias comerciales.
El secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, viajó a Sydney, Australia, para reunirse con las partes involucradas, aunque denunció la falta de flexibilidad por parte del gobierno chino.
“El objetivo de las conversaciones es el de reducir las tensiones, para que estas naciones puedan resolver sus diferencias diplomáticamente y no a través de medidas coercitivas o desestabilizadoras, las cuales son cada vez más comunes por parte del gobierno chino”, dijo Marie Harf, portavoz del departamento de Estado de EE.UU.
Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, dijo que su gobierno está dispuesto a realizar “consultas amistosas”, pero sostuvo que Beijing tiene todo el derecho de defender su soberanía y la “provocación irracional” de otras naciones.