Dispuesto a invertir en diferentes sectores de la deteriorada economía brasileña, el primer ministro chino Li Keqiang aterrizó en Brasil con millones de dólares bajo el brazo.
Li Keqiang prometió una inversión de $ 50.000 millones de dólares, que incluye una primera generación en materias primas para luego concentrarse en la industria pesada y obras de infraestructura.
Al mismo tiempo, el primer ministro chino llegó para ultimar detalles de la primera parte de una gran compra de aviones Embraer, de un total de 60 aeronaves, sin pasar por alto la reapertura al mercado chino de la carne bovina brasileña.
Las inversiones millonarias también alcanzan al sector de autopartes, equipos de transporte, energía, puertos, hidroeléctricas y hasta la construcción de un corredor ferro-oceánico para facilitar las exportaciones brasileñas rumbo a China por el Pacífico, un mega-proyecto que atravesará parte de la Amazonía y se extenderá hasta Perú.
"China está tomando el muy necesitado rol de inversor en América Latina y el Caribe, y Brasil necesita inversiones desesperadamente", dijo a la agencia AFP Charles Tang, presidente de la cámara de comercio Brasil-China en una entrevista sobre la proyección del viaje de Li.
"El patio trasero de Estados Unidos se está convirtiendo en el jardín de China. Y no solo en Brasil, sino en toda América Latina", añadió.
Pero, no todo queda en Brasil, el primer ministro chino luego de reunirse con la presidenta Dilma Rousseff, viajará el miércoles a Colombia para posteriormente continuar con su gira que incluyen Chile y Perú, países a los que también lleva inversión y proyectos por un valor total de $ 250.000 millones de dólares.