Falta de acceso a trochas genera tensión en la frontera entre Colombia y Venezuela

Después del 23 de febrero, cuando la oposición venezolana intentó pasar la ayuda humanitaria guardada en Cúcuta, el presidente en disputa Nicolás Maduro ordenó cerrar el paso fronterizo por los tres puentes de la zona. 

Cientos de personas esperaban este martes en ambos lados del puente internacional Simón Bolívar, que comunica San Antonio de Táchira, en Venezuela, con el departamento del Norte de Santander, en Colombia, para poder cruzarlo lo que generó alerta en las autoridades de ambos países.

Después del 23 de febrero, cuando la oposición venezolana intentó pasar la ayuda humanitaria acopiada en Cúcuta, el presidente en disputa Nicolás Maduro ordenó cerrar el paso fronterizo por los tres puentes de la zona.

Esto ha generado problemas e inquietudes en los venezolanos que regularmente cruzaban a Colombia para hacer compras de enseres básicos, ir a clases o trabajar, y que se vieron en la necesidad de utilizar trochas o pasos irregulares.

Uno de esos pasos es el río Táchira, que por lo general se mantiene seco, pero la situación cambió debido a las lluvias en la región y quienes lo utilizaban tuvieron que buscar otras opciones para cruzar.

Este mismo martes, algunos incluso se lanzaron sobre los contenedores colocados por el gobierno venezolano en disputa para obstaculizar el paso fronterizo en el puente internacional y lograron romper el piquete de la Guardia Nacional colocado del lado venezolano.

Las autoridades de ambos países ubicados en el sitio se coordinaron para retomar el control de la situación, lo que generó embotellamiento en ambos sentidos del puente mientras las personas pedían cruzar.

La diputada en el exilio Gaby Arrellano registró la situación en su cuenta de Twitter asegurando que: “Nuestras mujeres no merecen seguir sufriendo las barbaries del usurpador. Debemos acabar con tanta humillación”

​Ailín Gutierrez, una venezolana que trabaja en Cúcuta, aseguró a la Voz de América que la situación en este paso lleva dos años, “y cada día el embudo se está apretando más”, porque las personas están “desesperadas”.

“Esto es un sacrifico todos los días para poder venir para acá. Uno está en riesgo tanto en el río como por aquí. Mira todo lo que está pasando … Y supuestamente para ellos Venezuela está bien … Estamos mal”, aseguró.

El calor típico de esa zona y la cantidad de personas hizo que varios menores de edad se desmayaran y las autoridades venezolanas tuvieron que entregarlos en brazos a las autoridades colombianas. VOA pudo testificar al menos tres casos así.

Luisa Acevedo, educadora jubilada era otras de las personas que se encontraba en el puente esperando cruzar. Visiblemente afectada, le asegura a VOA que: “Estamos sometidos a días de estrés. Esto no es de hoy. Son días, días y días. Días sin luz, día sin medicina, sin agua, sin servicio, sin telefonía. Venezuela está acabada, está derrotada”.

Sin embargo, los ciudadanos de los poblados cercanos no son los únicos afectados. Es el caso de Ana González, quien perdió una cita médica por la situación en el puente después de llegar desde Punto Fijo, estado Falcón, un viaje de al menos once horas.

González relató a la Voz de América que hace una año fue sometida a una cirugía de corazón abierto en Colombia. Aseguró que no se hizo el procedimiento en Venezuela porque “no hay medicina. No hay cirujanos. No hay cardiólogo. No hay tensiómetro. No hay nada”.

El director general de Migración Colombia, Christian Krüger Sarmiento, responsabilizó al gobierno en disputa de Maduro y a los miembros de la Guardia Nacional de lo que pueda suceder con las personas que diariamente transitan entre ambos países.

“Como lo habíamos dicho hace ya casi un mes, la decisión del usurpador Maduro de bloquear los puentes con contenedores y restringir el paso de personas por los mismos, lo único que hace es incentivar la irregularidad. No hay forma de detener a un pueblo que tiene hambre, que está muriendo por falta de medicinas, a un pueblo que agoniza porque el Estado no le proporciona los servicios públicos básicos”, indicó Krüger Sarmiento.

El director de Migración Colombia destacó los peligros al que se exponen estas personas a diario, no sólo por los contenedores y demás obstáculos que existen sobre los puentes, sino también por el paso de trochas, donde son víctimas de sobornos por parte de la Guardia Nacional y son propensos a las torrentosas aguas del río Táchira.

El gobierno venezolano no se ha pronunciado por la situación.