Olvidada entre la emoción por la visita del papa Francisco a Washington la próxima semana está la posibilidad de que el gobierno de Estados Unidos cierre por falta de fondos si el Congreso no aprueba un presupuesto antes de que termine septiembre.
Cerca de 80 legisladores republicanos pidieron el jueves al presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, mantener una sesión abierta hasta que se aprueba un presupuesto provisional para que el gobierno federal no se quede sin fondos.
La Cámara no sesionará durante la mayor parte de la próxima semana y el jueves solo recibirá la visita de Francisco, quien pronunciará un discurso en una sesión conjunta de la Cámara y el Senado. Esto deja solo tres sesiones hasta el 30 de septiembre.
Los republicanos, que piensan condicionar la aprobación del presupuesto a la eliminación de los fondos federales para la organización abortista Planned Parenthood, parecen no tener un plan listo para evitar el cierre.
Preguntado el miércoles cuándo se podrá ver un proyecto de presupuesto, Boehner solo atinó a responder: “En algún momento”.
Los republicanos en la Cámara quieren ser los primeros en someter el presupuesto a votación, pero en el Senado, el líder de la mayoría republicana, Mitch McConnell ya ha comenzado su propio proceso y aunque se espera un intento de bloqueo por parte de los conservadores, como el senador Ted Cruz, McConnel piensa que el proyecto podría estar aprobado para el 29 de septiembre.
Los demócratas han recordado que los 16 días en que se mantuvo cerrado el gobierno federal en 2013 le costaron a la economía estadounidense $24.000 millones de dólares y redujo el producto interno bruto en un 0,6 por ciento.
Planned Parenthood recibe un poco más de $500 millones de dólares del gobierno federal, los cuales ocupa para realizar abortos pero también para hacer exámenes de SIDA y proporcionar otros servicios de medicina reproductiva.
La organización se ha visto envuelta en un escándalo luego de divulgarse videos en que sus ejecutivos discuten la mejor forma de vender fetos producto de los abortos que realizan en sus clínicas.