En la actualidad, asistir a un cine al aire libre se ha convertido en un pasatiempo de verano para muchos aficionados a la cinematografía.
Hace más de medio siglo, había 4.000 lugares donde se proyectaban películas a las cuales los estadounidenses veían desde sus autos. Era incluso, una de las formas favoritas de pasar las noches para miles de estadounidenses.
Sin embargo el número fue cayendo con el paso de los años hasta caer a apenas unos pocos cientos de cines llamas “drive-ins”, pero otros tipos de cines al aire libre comenzaron a emerger.
En la actualidad, asistir a un cine al aire libre se ha convertido en un pasatiempo de verano para muchos aficionados a la cinematografía.
En el centro del vecindario de Rosslyn, en Virginia, a pocos minutos de Washington DC, quienes quieren disfrutar del cine al aire libre pueden hacerlo con las imágenes en una gran pantalla inflable que ha sido instalada.
Brynne Magaziner llegó temprano con su esposo. "Tratamos de venir por lo menos un par de veces cada verano. Simplemente es muy agradable estar al aire libre, disfrutando del buen tiempo y ver una película. Y es gratis, lo cual es una ventaja".
Nick Donner por su parte, invitó a sus amigos. "Me gusta el aspecto social, estar con los amigos y ver películas que no he visto en mucho tiempo. Es muy relajante estar aquí", destaca.
Mil personas por noche
El Distrito de Mejoramiento Comercial Rosslyn, conocido como BID, comenzó el Festival de Cine al aire libre en 2007. Proyectan una película gratis cada viernes por la noche cuando el tiempo lo permite, una rutina que se extiende desde mediados de mayo hasta finales de agosto.
Lee Anne McLarty, la directora en funciones del grupo de comunicaciones, destaca que “el BID Rosslyn realmente quiere cambiar la percepción que se tiene de este lugar. Y parte de eso es ofrecer nuevas experiencias de entretenimiento y culturales por las que Rosslyn cada vez más se está haciendo más conocida, más allá de ser un centro de negocios”, afrma.
En promedio, dijo McLarty, cerca de 1.000 personas asisten cada noche de cine. "Se trata de una gran cantidad de profesionales jóvenes, trabajadores jóvenes y residentes de Arlington e incluso de DC, y hasta de los suburbios de Maryland y Virginia."
En los últimos años, la proyección de películas al aire libre se han hecho populares en parques, terrenos baldíos y centros comerciales de todo el país. Muchos de ellos son parte de las iniciativas de desarrollo y revitalización.
La historia de amor de los estadounidenses con las películas al aire libre para estar revitalizada y para muchos aficionados parece que no hay nada como ver una película en una noche de verano bajo las estrellas.
Sin embargo el número fue cayendo con el paso de los años hasta caer a apenas unos pocos cientos de cines llamas “drive-ins”, pero otros tipos de cines al aire libre comenzaron a emerger.
En la actualidad, asistir a un cine al aire libre se ha convertido en un pasatiempo de verano para muchos aficionados a la cinematografía.
En el centro del vecindario de Rosslyn, en Virginia, a pocos minutos de Washington DC, quienes quieren disfrutar del cine al aire libre pueden hacerlo con las imágenes en una gran pantalla inflable que ha sido instalada.
Brynne Magaziner llegó temprano con su esposo. "Tratamos de venir por lo menos un par de veces cada verano. Simplemente es muy agradable estar al aire libre, disfrutando del buen tiempo y ver una película. Y es gratis, lo cual es una ventaja".
Nick Donner por su parte, invitó a sus amigos. "Me gusta el aspecto social, estar con los amigos y ver películas que no he visto en mucho tiempo. Es muy relajante estar aquí", destaca.
Mil personas por noche
El Distrito de Mejoramiento Comercial Rosslyn, conocido como BID, comenzó el Festival de Cine al aire libre en 2007. Proyectan una película gratis cada viernes por la noche cuando el tiempo lo permite, una rutina que se extiende desde mediados de mayo hasta finales de agosto.
Lee Anne McLarty, la directora en funciones del grupo de comunicaciones, destaca que “el BID Rosslyn realmente quiere cambiar la percepción que se tiene de este lugar. Y parte de eso es ofrecer nuevas experiencias de entretenimiento y culturales por las que Rosslyn cada vez más se está haciendo más conocida, más allá de ser un centro de negocios”, afrma.
En promedio, dijo McLarty, cerca de 1.000 personas asisten cada noche de cine. "Se trata de una gran cantidad de profesionales jóvenes, trabajadores jóvenes y residentes de Arlington e incluso de DC, y hasta de los suburbios de Maryland y Virginia."
En los últimos años, la proyección de películas al aire libre se han hecho populares en parques, terrenos baldíos y centros comerciales de todo el país. Muchos de ellos son parte de las iniciativas de desarrollo y revitalización.
La historia de amor de los estadounidenses con las películas al aire libre para estar revitalizada y para muchos aficionados parece que no hay nada como ver una película en una noche de verano bajo las estrellas.