Un bosque puede crecer en cualquier parte donde haya espacio para plantar un árbol, incluso en las ciudades.
Eso es importante para el casi 80 por ciento de los estadounidenses que viven en áreas urbanas y que dependen de los beneficios ecológicos, económicos y de salud que ofrecen los árboles.
Forest Heights, una ciudad de 2 mil 400 habitantes en el estado de Maryland, no muy lejos de Washington, D.C., muy a pesar de su nombre no era una comunidad llena de árboles. Pero todo cambió gracias a su alcaldesa, Jacqueline Goodall.
“Mi visión para nuestra ciudad es que sea la más verde de Maryland”, dijo la alcaldesa. Desde 2008, la propia Goodall ha plantado mil cien árboles.
Al menos 500 árboles adicionales serán plantados en una zona cercana a una escuela primaria y Goodall logró reclutar a 150 estudiantes de la Universidad de Maryland para que la ayuden en la faena.
La escuela está ubicada en un área proclive a inundaciones, lo cual obviamente causa problemas cuando llueve. Según la alcaldesa, los árboles serán la infraestructura ecológica que proteja a la escuela y a las propiedades inmobiliarias del lugar. “Los árboles absorberán parte del agua y los sótanos no se inundarán tanto como antes”, dijo la alcaldesa.
La alcaldesa de Forest Heights, Maryland, concluyó que “los árboles son una inversión en nuestra vida, porque, a fin de cuentas, no podemos vivir sin los árboles”.