El estado de Nueva York se prepara para recibir profesionales en servicios fúnebres, quienes apoyarán a los directores de funerarias locales para enfrentar la actual crisis del COVID-19.
Vía Skype, Michael Lanotte, director estatal de la Asociación de funerarias, le dijo a la Voz de América que, desde que se inició la pandemia hace unas semanas, algunas funerarias en Nueva York han servido en un mes al promedio anual: 100 familias.
“Contactamos a la oficina del gobernador y otras agencias estatales, acerca de las preocupaciones de los directores de funerarias dejándoles saber que necesitaban ayuda", dijo Lanotte. Y agregó que "nuestra asociación nacional ya tiene voluntarios de todo el país listos para asistir a los directores de funerarias, aquí, en la ciudad de Nueva York".
Los servicios de transmisión en vivo están disponibles (...) así la familia y los amigos, aunque de forma remota, pueden ser parte del entierro”.Michael Lanotte, director estatal de funerarias en NY.
Según el director de una de las funerarias en Nueva York, Jesús Pujols, de 23 años, la ayuda del Gobierno local es urgente, pues en ocasiones trabajan lapsos que alcanzan hasta las 80 horas sin parar, "durmiendo inclusive en el mismo auto en el que transportan los cuerpos".
"Las funerarias hemos estado haciendo todo lo posible. Pero el número sigue aumentando. Estamos atrasados, con casi 200 personas en nuestra lista actualmente y luego otros cien retiros de cuerpos pendientes. Así que estamos haciendo nuestro mejor esfuerzo, pero todos quieren que el proceso se mueva más rápido de lo que realmente podemos para ayudarlos”, explicó Pujols.
En algunas funerarias se permiten servicios con limitada presencia de familiares y siguiendo reglas de distanciamiento social, pero aún así Lanotte explica que cada vez más proveedores de estos servicios optan por usar nuevas tecnologías.
“Los servicios de transmisión en vivo están disponibles a través de Zoom o Facetime u otras compañías en las que se pueden transmitir los servicios, incluso en el cementerio, si no pueden ir; así la familia y los amigos, aunque de forma remota, pueden ser parte del entierro”, relató el director estatal de funerarias.