Los seguidores del chavismo agrupados en los llamados colectivos, que se autodefinen como “trabajadores y luchadores sociales”, reconocieron que están armados.
“Nuestra revolución es pacífica, mas no desarmada”, señalaron en un comunicado unos 260 colectivos.
“Tenemos que desarmar a los delincuentes”, advirtió Jhonny Subera, integrante del colectivo Fuerza Comunal 4F, en una conferencia de prensa.
Las agrupaciones rechazaron la intención del gobierno de someterlos a un plan de desarme que busca combatir la delincuencia.
“Nos parece totalmente absurdo que se esté pidiendo a los colectivos de trabajo revolucionario su desarme al mismo nivel que se le exige a cualquier banda delictiva. ¡No! No somos bandas delictivas, somos organizaciones revolucionarias”, censuró el documento.
A algunos de los colectivos se les señala de participar en hechos violentos como los registrados el 3 de abril dentro de la Universidad Central de Venezuela, durante las protestas estudiantiles.
Pero otros de estos colectivos aseguran que se dedican a promover actividades sociales y educativas dentro de la zona donde conviven.
En septiembre el gobierno del presidente Nicolás Maduro anunció un plan desarme que recibiría las armas de fuego, de forma voluntaria, y a cambio entregaría un incentivo económico, para reducir la criminalidad.
En el comunicado también solicitaron que se instale una mesa de diálogo con el gobierno, luego del incidente en el que fueron asesinados cinco integrantes de un colectivo el pasado 7 de octubre.
Por el crimen, los colectivos pidieron la renuncia del ministro de Interior y Justicia, Miguel Rodríguez Torres, quien fue separado de su cargo el 24 de octubre por decisión presidencial.