Este lunes se inicia en Cuba la ronda 11 de las negociaciones calificada como trascendental por los analistas.
La participación en política es el punto número dos de la agenda de negociaciones entre el gobierno de Colombia y la guerrilla de las FARC.
La declaración de los guerrilleros sobre la dejación de armas en caso de lograrse un acuerdo, ha generado un gran escepticismo entre la sociedad civil colombiana. Los alzados dijeron que en caso de dejar las herramientas bélicas no las entregarán al Estado.
Las conversaciones se reanudan en la Isla con la declaración del presidente Juan Manuel Santos quien declaró enfáticamente que no se convocará a una Asamblea Constituyente como lo pidieron los delegados de los rebeldes terroristas.
Otros temas dentro del punto dos son: discusión sobre el Estado presidencialista, la elección popular de Fiscal, Procurador, Contralor y Defensor, la participación popular en las decisiones sobre la integración del país a América Latina y la conversión de la Cámara de Representantes en una Cámara Territorial, con tres delegados por departamento. Además, la reforma de la Justicia y las regulaciones para impedir el monopolio de los medios de comunicación.
Dicen los observadores políticos en Bogotá, que si la guerrilla no se olvida de sus propuestas que están por fuera de la agenda prevista inicial, se entenderá que no hay voluntad para mantener la negociación.
La declaración de los guerrilleros sobre la dejación de armas en caso de lograrse un acuerdo, ha generado un gran escepticismo entre la sociedad civil colombiana. Los alzados dijeron que en caso de dejar las herramientas bélicas no las entregarán al Estado.
Las conversaciones se reanudan en la Isla con la declaración del presidente Juan Manuel Santos quien declaró enfáticamente que no se convocará a una Asamblea Constituyente como lo pidieron los delegados de los rebeldes terroristas.
Otros temas dentro del punto dos son: discusión sobre el Estado presidencialista, la elección popular de Fiscal, Procurador, Contralor y Defensor, la participación popular en las decisiones sobre la integración del país a América Latina y la conversión de la Cámara de Representantes en una Cámara Territorial, con tres delegados por departamento. Además, la reforma de la Justicia y las regulaciones para impedir el monopolio de los medios de comunicación.
Dicen los observadores políticos en Bogotá, que si la guerrilla no se olvida de sus propuestas que están por fuera de la agenda prevista inicial, se entenderá que no hay voluntad para mantener la negociación.