La Misión de las Naciones Unidas en Colombia certificó, el martes, de manera oficial, que la guerrilla más antigua de Latinoamérica, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), dejaron las armas.
En este momento histórico, se junta el adiós a las armas con el inicio del camino de la insurgencia hacia la vida política legal y democrática. Crearán un partido político que deberá buscar votos, medirse en las urnas y ganar curules en el Congreso.
No obstante, el acuerdo de paz les garantiza cinco curules en el Senado y cinco en la Cámara de Representantes durante los próximos dos períodos constitucionales.
El acto final de dejación de armas se realizó en la zona veredal de Mesetas (Meta), al que asistió el presidente Juan Manuel Santos.
“Y puedo decir desde el fondo de mi corazón que por llegar a este día, por vivir este día, por lograr este día, ha valido la pena ser presidente de Colombia “
El máximo jefe de las FARC, Timoleón Jiménez (Timochenko), también expresó su visión.
"Adiós a las armas, adiós a la guerra. Bienvenida la paz”.
El jefe de la Misión de la ONU en Colombia, Jean Arnault. también asistió al acto, al igual que varios senadores.
La guerrilla, sin armas, empieza su camino hacia la creación del partido político a través del cual participará en la vida política del país.
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