EE.UU. condena atentado en la capital colombiana

El exministro colombiano del Interior, Fernando Londoño (segundo desde la izquierda), camina junto a un guardaespaldas luego de sobrevivir a un atentado en una calle de Bogotá.

El atentado ocurrido este martes en Bogotá, estaría dirigido contra un exministro de Álvaro Uribe, causando dos muertos y al menos 39 heridos.
Tras el atentado perpetrado este martes en Bogotá, el gobierno de Estados Unidos
condenó el hecho y lamentó que murieran personas inocentes.

Durante una conferencia de prensa, la portavoz del Departamento de Estado, Victoria Nuland dijo que Estados Unidos condena el ataque y reiteró el apoyo estadounidense al gobierno colombiano en su lucha contra el terrorismo.

"Nuestras condolencias para los familiares de las víctimas. No hay justificación para el asesinato de gente inocente. EE.UU. continúa apoyando a Colombia en sus esfuerzos para poner fin al terrorismo en un marco de respeto de los derechos humanos y el imperio de la ley", recalcó Nuland.

El atentado contra el exministro conservador Fernando Londoño fue causado por una bomba colocada entre el capó y el vidrio parabrisas de la camioneta blindada en que viajaba, por un terrorista que caminó hacia el vehículo cuando paró en el cruce de un semáforo, en una atestada esquina del sector de Chapinero, en el norte de Bogotá.

En el acto murieron dos de los escoltas de Londoño, su conductor y otro guardaespaldas, quien intentó arrancar el explosivo pegado al carro. Medio centenar de personas que a esa hora transitaban por la zona, apenas a media cuadra de una estación de buses, resultaron heridas por la explosión, las esquirlas y por los vidrios que cayeron de los edificios vecinos.

Londoño, primer ministro del Interior del ex presidente Álvaro Uribe quien gobernó entre 2002 y 2010, sufrió heridas leves en el abdomen y la cabeza, informó la clínica en donde fue internado y sometido a una cirugía horas después.

Con una esquirla en el omoplato izquierdo, los tímpanos reventados y un ojo afectado, y cubierto de sangre propia y ajena, el político, de 68 años, fue internado en la Clínica Country, ubicada a pocas cuadras del lugar del ataque.

Allí, pese al impacto físico y anímico, Londoño recordó para el periódico colombiano El Tiempo, que pasadas las 11 de la mañana estaba escribiéndole un mensaje a su esposa desde su teléfono, cuando sintió primero un golpe y luego la explosión.

Llevaba la cabeza gacha, fija la mirada en el celular, y eso pudo ayudar a salvarle la vida. Solo él y un escolta que lo acompañaba en la parte trasera de la camioneta sobrevivieron. La bomba, una mezcla de RX y explosivo industrial capaz de romper el acero, fue colocada entre el panorámico y el capó, una de las pocas zonas vulnerables de los vehículos blindados. Fue tal la violencia del impacto que la cabeza de uno de los agentes fue desprendida del cuerpo.

El periódico informa que de inmediato aparecieron los otros miembros de seguridad del carro que iba detrás del suyo. Londoño salió caminando, con la cara cubierta de sangre, en dirección a una ambulancia. Un auxiliar le preguntó a qué hospital quería ir. En medio del drama, conservó su reconocida agudeza: "A cualquiera, menos al Meissen" (en referencia al hospital que maneja la ciudad, gobernada por un izquierdista).

El presidente Juan Manuel Santos dijo que su gobierno trabaja para identificar y capturar a los responsables del hecho, que hasta el momento no fue reivindicado por ninguna organización.

"Al doctor Fernando Londoño le hicieron un atentado (...) condenamos este atentado, no entendemos cuál es el propósito pero de todas formas tengan la seguridad que el gobierno no se va a dejar descarrilar por estos actos terroristas", declaró el mandatario.

El atentado contra Londoño, además de inédito, es uno de los más graves ocurridos en los últimos años. Sucedió horas después de que la policía dijo haber descubierto un coche bomba que estaba supuesto a explotar frente a un edificio de la policía.