El ejército colombiano intensifica sus entrenamientos para la lucha contra la coca en la cordillera de Los Andes tratando de controlar un alza en la producción de la droga que ha impulsado medio siglo de guerra con rebeldes izquierdistas.
Luego de seis años de declinación contínua la cantidad de terrenos cultivados de coca, la planta cuyas hojas son la materia prima para la fabricación de cocaína, comenzó a aumentar en 2014 y subió 42 por ciento el año pasado a 159.000 hectáreas, según datos del gobierno de Estados Unidos.
Esa extensión es dos veces el tamaño de Nueva York, y después de que la mayor parte de la producción de coca se trasladara a Perú en la última década, las Naciones Unidas dijeron recientemente que Colombia es nuevamente el mayor proveedor de la droga.
Los ejercicios militares simulan las explosiones que las tropas generalmente usan para hcer estallar las minas que protegen los sembríos de coca en áreas controladas por las FARC, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia.
Una vez destruidas las minas los civiles entran a desenterrar las plantas.
Los militares han tenido que erradicar las plantas de coca a mano desde el año pasado cuando el presidente Juan Manuel Santos puso fin al programa de erradicación aérea después que un informe de la Organización Mundial de Salud reclasificó el herbicida glifosato como un carcinógeno.
El ministro de Defensa colombiano Luis Carlos Villegas aseguró a The Associated Press que el ejército colombiano no ha reducido la erradicación de coca, como sugirió en junio el principal funcionario antidrogas de Estados Unidos en una audiencia en el Senado.
"No hemos renunciado a la guerra contra las drogas. Nadie en el mundo ha producido más muertos, más sangre o más recursos que Colombia", dijo Villegas.
El ministro colombiano dijo que se ha incrementado la erradicación manual para reemplazar las avionetas de fumigación que eran pilotadas por estadounidenses.
Villegas apuntó que en los próximos meses Colombia cuadruplicará a 200 los equipos de erradicación, que están compuestos por 2 docenas de civiles, francotiradores, paramédicos y grupos de remoción de minas.