Colombia: “Migración venezolana es un fenómeno creciente con un costo y una demanda muy grande”

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Felipe Muñoz, gerente de frontera de la Presidencia de la República de Colombia, habló con VOA Noticias sobre los retos que enfrenta su país frente al fenómeno de la migración venezolana.

Salud, educación y seguridad son los temas más críticos a los que se enfrenta el gobierno y la población colombiana frente al fenómeno migratorio.

En entrevista con la Voz de América, Felipe Muñoz, gerente de frontera de la Presidencia de la República de Colombia, afirmó que "este es un fenómeno complejo, un fenómeno creciente que le está costando una demanda de recursos y de capacidad institucional a Colombia muy grande".

Actualmente, según cifras de ACNUR y la OIM, 4.3 millones de migrantes venezolanos han salido de su país en los últimos tres años; de esos, el 33 por ciento está de manera permanente en Colombia, correspondiente a 1.4 millones de migrantes venezolanos, según Migración Colombia.

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Frente a este impacto, dice Muñoz, el tema más complejo que enfrenta el país es el de la salud: "En este momento, hemos atendido solo en este año casi a 180 mil atenciones en urgencias y, el año pasado, eran 130 mil".

Aseguró además que se han vacunado a 1.3 millones de venezolanos, en su mayoría mujeres y niños en la zona de frontera.

Así mismo, resaltó la preocupación en el tema educativo: "tenemos en educación 200 mil niños, en el sistema educativo colombiano, en los colegios públicos y en algunos municipios de frontera; esto se vuelve muy complejo porque hay un porcentaje muy alto de niños en los colegios".

Y resaltó que, aunque hay migrantes que aunque aún sienten temor en recibir este tipo de servicios, "aquí ha habido una apertura y una posición generosa y amable la acceso a los servicios de urgencias y vacunación que son independientemente de su situación migratoria (...) Y lo propio con el tema educativo".

También, señaló que se le sigue prestando atención a los militares venezolanos, quienes, según él, es un tema complejo porque, desde febrero, "lo que hizo Colombia de manera inmediata es activar un protocolo y ofrecer la posibilidad de que solicitaran el refugio por la condición que tenían y se activó con un organismo internacional y unos mecanismos de hoteles, donde estuvieron por cinco meses más de 1.100 militares, y más de 800 y 900 personas de sus familias; es decir, más de 2.000 personas por las cuales el Estado colombiano ha respondido".

Después de ello, hace casi dos meses, agregó, se les hizo la oferta adicional de brindarles ayuda para arriendo, durante tres meses; algunos insumos básicos y la posibilidad de tener el PEP (Permiso Especial de Permanencia). Sin embargo, confiesa, algunos de ellos tenían otras expectativas. E hizo el llamado a que cada mes se contacten con Migración Colombia para revisar su situación.

Seguridad: tema de impacto

La frontera entre Colombia y Venezuela presenta problemáticas significativas en tema de inseguridad: el crimen organizado, la minería ilegal, la presencia de grupos armados o delincuenciales -como el ELN o disidencias de las FARC-, la trata de personas, entre otros, que siguen afectando, no solo a los migrantes, sino a la población colombiana.

Al respecto, Muñoz indica que los temas de inseguridad en la frontera del lado venezolano se debe única y exclusivamente a la "permisividad y al apoyo del régimen de Maduro a los grupos irregulares. El ELN, las disidencias de las FARC y muchos otros grupos delincuenciales que campean en la frontera y son permitidos para manejar todo tipo de delitos".

Por su parte, del lado colombiano, le dijo el gerente a la VOA, ha habido un aumento y una presencia del Ejército, un poco en el segundo anillo de seguridad, y de la Policía para combatir el tema.

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La frontera de Colombia tiene una extensión de 2.219 kilómetros que cubre siete departamentos del país y cinco estados en Venezuela. No solo en la región de Cúcuta y Villa del Rosario -epicentro del fenómeno- , sino en otras más como Paraguachón, Arauca y La Guajira se viven situaciones de división territorial.

Muñoz comenta que, en la Guajira, al norte del país, hay migración de población indígena Wayú, por ejemplo, "donde los controles son más difíciles para esta población sobre todo porque ellos no reconocen la frontera geográfica"; en Arauca, un río que divide la zona que dificulta también hacer el control.

"Las familias tenían siempre parientes en Venezuela, la gente se casaba; es decir, es una frontera viva que se partió un poco después de la decisión del Gobierno de hacer este rompimiento histórico. Pero sí, la circunstancia en cada una de las regiones es distinta; Cúcuta es la más voluminosa y numerosa, pero tenemos retos en los otros puntos de frontera", dijo Muñoz.​


Colombia, ¿embudo migratorio?

Las visas implementadas en junio, por Perú y Chile, y en julio por Ecuador, aunque no implican un bloqueo total a los migrantes, sí hace más compleja su situación. Sobre si esto podría genera un embudo en Colombia, Muñoz explicó que se debe mantener una política coordinada porque es un fenómeno regional.

Según le dijo la VOA, en promedio, en el Puente Internacional de Rumichaca -sur de Colombia, límite con Ecuador-, pasaban más o menos 2.500 personas al día. "El fin de semana, antes de que Ecuador iniciara la medida de imposición de requerimiento de visa, pasaron 15.000 por esa frontera y hoy en la ciudad más al sur que tenemos, que se llama Ipiales, tenemos los albergues más o menos con 1000 personas y ahí quedaron familias separadas", donde se han generado una serie de problemas, entonces "cada país tiene el derecho de imponer sus temas, pero necesitamos seguir trabajando en tener unas medidas coordinadas entre la región", puntualizó.​

Finalmente, señaló que se necesita mucha más ayuda internacional

"Hasta ahora lo que Colombia ha recibido, en dos años, son 300 millones de dólares de cooperación internacional la cual agradecemos; un porcentaje muy importante de ella, ya más del 60 por ciento de Estados Unidos. Otro de la Unión Europea y de otros países europeos de manera bilateral, pero eso quiere decir que en ayuda internacional estamos entre un 9 o un 10 por ciento de lo que necesitamos; es decir todavía necesitamos muchos más recursos", afirmó.

Y aunque resaltó la coordinación de los gobiernos latinoamericanos, dice que lo que falta es coordinación para dar una respuesta más efectiva el fenómeno.