Trabajadores, estudiantes y organizaciones sociales de Colombia siguen adelante este miércoles con las protestas contra el gobierno de Iván Duque, pese al diálogo en curso para frenar el descontento que ha llevado a huelgas y manifestaciones.
En Bogotá, la capital colombiana, los manifestantes marcharán hasta concentrarse en la Plaza de Bolívar, en el centro histórico de la ciudad, frente a las sedes del Congreso y de la Presidencia.
Un equipo de la Voz de América da seguimiento a la situación actual en la nación sudamericana.
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La huelga anunciada para el miércoles es la tercera en dos semanas de protestas que comenzaron con la participación de cientos de miles de manifestantes.
Para aplacar la situación, Duque convocó a iniciar una "Gran Conversación Nacional" sobre temas económicos y sociales, pero sus esfuerzos para detener las manifestaciones no han tenido éxito, aunque la convocatoria ha menguado.
Duque instó a los colombianos en días recientes a tener "una conversación plural, participativa" en los territorios.
No obstante, el Comité Nacional de Huelga, liderado por los sindicatos, se negó a suspender la huelga del miércoles y exige una negociación directa con el gobierno.
"Invito a los colombianos a que nos movilicemos masivamente para mostrarle al gobierno que hay otra opinión en el país, que tenemos el derecho que se escuche la otra Colombia y que las movilizaciones sean pacíficas", dijo a Reuters el presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Diógenes Orjuela.
Las manifestaciones, en gran medida pacíficas, terminaron con algunos disturbios en los primeros días, incluyendo saqueos a comercios y ataques de encapuchados contra estaciones de transporte público y autobuses, que llevaron al gobierno a decretar toque de queda en las ciudades de Bogotá y de Cali.
Los manifestantes presentaron 13 demandas que consideran un amplio abanico de asuntos que incluyen acciones para frenar los asesinatos de activistas sociales, la implementación del acuerdo de paz con la desmovilizada guerrilla de las FARC y la disolución de un escuadrón antidisturbios de la policía al que acusan de uso excesivo de la fuerza en las protestas.
También se oponen a una reforma tributaria que reduce los impuestos a las empresas y rechazan planes para aumentar la edad para acceder a la pensión, así como el pago de un salario por debajo del mínimo a los jóvenes, medidas que Duque ha negado estar considerando.
Cinco personas han muerto en las protestas que siguen a manifestaciones en otros países de América Latina como Ecuador, Bolivia y Chile.
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