Crece la expectativa sobre el impacto de las elecciones en Estados Unidos y el rumbo que tomarán a partir del próximo año las relaciones de la nación norteamericana con los países de América Latina, entre ellos Colombia. Según expertos, el país sudamericano que preside Gustavo Petro tendría “más presión” en materia migratoria y la lucha contra la droga en caso de que el republicano Donald Trump llegase de nuevo a la Casa Blanca.
En cambio, si la vicepresidenta y candidata demócrata Kamala Harris asumiera el poder, los analistas no anticipan grandes cambios en la relación bilateral de los últimos tiempos.
David Varela, profesor de la Facultad de Ciencias Jurídicas de la Universidad Javeriana y doctor en asuntos internacionales, dijo a la Voz de América que Colombia, como casi todos los países latinoamericanos, mantiene una estrecha relación económica y política con EEUU y la mayor parte de su comercio internacional está dirigida hacia esa nación.
Remarcó que, a lo largo de la historia, ambos han estado alineados en sus ideas, aunque subraya que hoy Colombia no es una prioridad para EEUU en medio del contexto de la guerra en Medio Oriente y el conflicto en Ucrania.
No obstante, sí hay intereses que prevalecen entre las dos naciones -según los expertos- como la migración y la lucha contra el narcotráfico, asuntos en los que podrían variar las relaciones dependiendo de quien resulte electo en las elecciones presidenciales de noviembre.
El imparable flujo migratorio y la política antidrogas
Como Colombia “hace parte de ese circuito de migración ilegal”, puede recibir “presión”, como otros países latinoamericanos, “para que desarticulen las mafias de tráfico de personas y también para que retengan a sus ciudadanos dentro de sus fronteras”, aseguró Varela.
“Todas las herramientas de lucha contra la migración ilegal están sobre la mesa y, en distintas dosis, cualquiera de las dos administraciones, la de Harris o la de Trump, van a tener que utilizarlas y con distintas técnicas diplomáticas, en algunos casos más a través del diálogo de la señora Harris, y más a través de la imposición del señor Trump”, añadió el docente.
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Con Trump seguramente habrá "presión directa, abierta"a los gobiernos de Colombia, de Panamá, de México y de América Central para cooperar “con su política de deportaciones y tomar medidas más agresivas para frenar el flujo, el tráfico de inmigrantes por estos países”, dijo a la VOA Theodore Kahn, director asociado de Control Risks.
Ello "no estaría alineado con el enfoque del gobierno de Petro”, indicó.
El gobierno colombiano ha manifestado que es clave concentrar esfuerzos en la producción y comercialización de la hoja de coca para usos no psicoactivos, en lugar de enfocarse principalmente en la erradicación de estos cultivos ancestrales.
Según el informe del Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivos Ilícitos (SIMCI) de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD), los cultivos de coca en Colombia crecieron un 10% en el último año.
Entre enero y septiembre de 2024, las autoridades solo destruyeron 4.504 hectáreas; es decir, una reducción del 66 % en comparación con el mismo periodo del 2023.
De acuerdo con Adam Isacson, director del programa de veeduría de Defensa de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos WOLA, el gobierno de Petro "está siguiendo una estrategia que no es la preferida históricamente por Estados Unidos y, en eso, pueden haber desacuerdos”.
También lea Aumento de siembra de coca en Colombia refleja cambios de estrategias del gobiernoLas últimas cifras sugieren que está aumentando la plantación de estos cultivos ilegales y, con ello, implícitamente el riesgo de mayor procesamiento y exportación de cocaína. Eso “puede prender alarmas y comenzar a deteriorar la relación bilateral”, añadió Varela, por su parte, puesto que puede contrastar “ una posición dura de la administración Trump, en la lucha contra las drogas, frente a una blanda de la administración Petro”.
Con Trump en el poder, “sería mucho más duro, parecería mucho más las políticas antidrogas de los años 80 y 90, enfocados mucho en la erradicación forzosa, como la herramienta clave para reducir los cultivos de coca”, afirmó Isacson a la VOA.
En este sentido, para Varela, “podría haber una mayor presión de la administración Trump sobre el gobierno Petro para tomar medidas más fuertes” en la materia.
Para Khan, por otro lado, Harris sería mucho más “abierta de cooperar con el enfoque del actual gobierno Petro”, que se ha centrado en otro tipo de tácticas como la prevención y la sustitución de cultivos.
¿Tormentas entre Trump y Petro?
Para Adam Isacson, en el caso de que triunfen los republicanos, podría llegar ”una tormenta de malas relaciones” entre Trump y Petro y recordó que, en su última campaña, el exmandatario estadounidense arremetió contra el colombiano e hizo alusión al hecho de que el senador hizo parte del M-19.
El experto también cree que “hay muy poco de acuerdo entre ellos sobre su visión, sobre cómo gobernar y cómo relacionarse", por lo que anticipa que puede haber un esfuerzo “para aislar más a Petro” y a otros líderes de izquierda y centroizquierda en la región.
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Khan coincide con esta idea, pues señaló a la VOA que “la relación Trump -Petro” sería “difícil, tensa, volátil”.
Por un lado, destaca las visiones ideológicas opuestas, pero también menciona "el estilo personal y del liderazgo", donde, a su juicio, los dos líderes comparten algunas características: "a los dos les gusta opinar en redes sin necesariamente consultar a sus asesores. Esto claramente se presta a confrontaciones, disputas públicas abiertas, mensajes cruzados en redes”.
No obstante, Khan aclaró que no se prevé “una ruptura grave en la relación bilateral porque habría todavía fuentes de estabilidad, más allá de esta relación volátil entre los dos mandatarios”.
Sin grandes cambios a pesar de la ideología
Los expertos aseguran que no habrá grandes cambios e impactos en materia económica, puesto que los dos países mantienen un Tratado de Libre Comercio que, en cualquiera de los dos escenarios, es viable que continúe.
En el caso de que presida Trump, “tal vez un poco menos ayuda económica, especialmente para implementación de acuerdos de paz”, según Isacson.
Para el vocero de WOLA, aunque hay algunas diferencias entre el gobierno actual de EEUU y el mandatario colombiano, especialmente sobre la guerra de Israel en Gaza; hay una relación de cooperación en múltiples temas, especialmente en medio ambiente y derechos humanos que deberían continuar con Harris.
En caso de ganar, la vicepresidenta estadounidense “seguiría dando importancia al tema de la transición energética y el cambio climático que Trump seguramente no seguiría en esta línea”, añadió Khan.
Varela, por último, dijo que a la nación andina le interesa “mantener una relación fluida”, sin importar que el gobernante de la Casa de Nariño sea ideológicamente de izquierda ni cuál sea el candidato que triunfe en EEUU.
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