La canciller colombiana, María Ángela Holguín, inicia este lunes una ofensiva internacional para denunciar los atropellos contra colombianos en la frontera con Venezuela que no contempla pedir sanciones contra el gobierno de Nicolás Maduro.
Holguín visitará el martes los despachos del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados y el de la Organización Internacional para las Migraciones y el miércoles se reunirá con el secretario de la Organización, Ban Ki-moon.
"No estamos buscando ni sanciones ni condenas a Venezuela. No creemos que sea el camino para dar soluciones duraderas a esta situación en la frontera, pero sí que el tema migratorio se tome como un problema en el continente", indicó la ministra en entrevista con el diario El Tiempo.
La crisis se desató el 20 de agosto cuando Maduro ordenó el cierre de los pasos fronterizos en el estado suroccidental de Táchira tras el ataque que sufrieron tres militares y un conductor civil en momentos en que combatían el contrabando en la localidad fronteriza de San Antonio del Táchira.
Desde entonces 1.408 colombianos han sido deportados desde Venezuela y otros 15.000 nacionales han regresado a Colombia por temor a represalias en territorio venezolano.
El secretario general de la Organización de Estados Americanos, Luis Almagro, pidió el sábado a Colombia y Venezuela dialogar para solucionar la crisis humanitaria que se registra en la frontera binacional y dijo que en la zona debe prevalecer la hermandad y la cooperación.
El domingo, varios centenares de colombianos marcharon pacíficamente en Cúcuta, Colombia para expresar su desacuerdo con el tratamiento que el gobierno de Venezuela --según los manifestantes-- les ha dado a sus compatriotas.
Ese mismo día, el papa Francisco dijo que una reunión entre los obispos de Colombia y Venezuela era una clara señal de esperanza para una solución en la disputa fronteriza entre las dos naciones.