Un nuevo plan para detener a Trump: impugnar la convención

El problema sigue siendo cómo parar a Trump, y la división del voto parece ser la solución.

Una convención política impugnada puede ser la única vía para evitar que el favorito Donald Trump gane la nominación del partido.

Es algo que no ha pasado en décadas y si pasa este año, uno de los candidatos, el senador por Texas Ted Cruz, predice que los votantes responderían con una “revuelta”.

Sin embargo la mayoría de los analistas están de acuerdo: una convención política impugnada puede ser la única vía para evitar que el favorito Donald Trump gane la nominación del partido.

La impugnación de la convención ocurre cuando ningún candidato presidencial gana la mayoría de delegados durante las primarias y asambleas que tienen lugar en cada estado. En lugar de eso, los delegados que asisten a la convención nacional del partido votan por el que quieren y continúan votando hasta que un candidato gana la mayoría.

Durante semanas había parecido que Trump estaba en camino a conseguir los 1.237 delegados que se necesitan para ser nominado al instante y por eso, los lideres del partido habían pedido a los menos favorecidos a que se retiraran y a unificarse bajo un solo candidato a parte de Trump.

Pero luego que Cruz ha ganado en varios estados y Trump no ha sumado muchos más delegados, la estrategia ha cambiado. Ahora la idea es que los tres rivales –Cruz, el senador Marco Rubio y el gobernador John Kasich– se mantengan en la pelea para dividir el voto en la convención y negarle a Trump la mayoría.

De ser así, podría emerger el nominado que quiere el partido.

La estrategia, sin embargo, tiene riesgos y es muy rara.

La última vez que esto sucedió fue en 1976 cuando Gerald Ford estaba adelante pero no había obtenido la mayoría de delegados. También es controversial porque el resultado muy probablemente no refleje la decisión de los votantes y es vulnerable a componendas entre los líderes del partido.

Una convención impugnada podrida definir o destruir el Partido Republicano, de acuerdo a James Russell Muirhead, profesor de la Universidad Dartmouth.

Al escoger al candidato que no tiene el apoyo de los votantes, los delegados corren el riesgo de “imponer una definición sobre el partido independiente de lo que la gente que participó en el proceso de nominación decidió”, dijo a la Voz de América.

“También podría destruir al Partido Republicano al alienar a un gran número, más o menos una tercera parte a la mitad de los que participaron en las primarias y asambleas partidistas”, añade Muirhead.

El martes, Trump dijo que sería “muy injusto” que se impugnara la convención.

“Yo pienso que quienquiera que vaya adelante al final debe conseguir [la nominación], dijo Trump a Fox News. “Eso pienso, así es como funciona la democracia… y mucha gente se molestaría si eso no pasa”.

Cruz coincide con esa idea. “Si llegamos a una convención arreglada… los poderosos de [Washington] van a soltar al que es exactamente del agrado del establishment. Si eso pasara, vamos a tener una revuelta manifiesta en nuestras manos y en todo el país”, advierte.