Sorteando las dificultades del día a día venezolano, modificando procesos internos y optando por el teletrabajo o home office, así han llevando las empresas venezolanas los casi dos meses en cuarentena que lleva el país para evitar la propagación del coronavirus.
“No estábamos preparados. La parte operativa es más fácil de resolver (…), lo que veo es que se nos ha complicado muchísimo más la parte fiscal y administrativa” al no tener una conexión remota con el sistema de la empresa, relata a la Voz de América Egda Camba, gerente administrativa de una empresa venezolana importadora de materia prima para la rama alimenticia y farmacéutica.
Camba comenta que, aún así, han seguido operativos a un 50% durante este tiempo, pero no sin algunos cambios.
La parte gerencial y administrativa continúa sus labores de casa, pero “el despacho [de la mercancía] no se podía parar”, explica, por lo que decidieron que trabajaran de forma presencial los empleados que vivieran cerca del almacén y se encargaran de las entregas.
Y, al no poder movilizar sus camiones por la escasez de gasolina y las restricciones, son los clientes quienes han tenido que ir a retirar el material.
La empresaria explica que asumieron la nómina y continúan pagándola por completo, lo cual, confiesa, era la mayor “angustia y temor” para sus empleados. “[Los trabajadores] han estado dispuestos al trabajo de esta manera”, agrega.
“Es una experiencia que, de alguna u otra forma, nos está llevando a una situación totalmente diferente a lo que estamos acostumbrados a vivir. El trabajo desde la casa va ser más conveniente que, de repente, tener una oficina”, comenta, por su parte, Marcos Nava, gerente general de la compañía importadora.
La dinámica de esta empresa importadora es un ejemplo de cómo se han ido adaptando las empresas venezolanas ante esta situación generada por el coronavirus.
O al menos así lo refleja una encuesta sobre cómo han respondido las compañías venezolana realizada por Mercer, la consultora de recursos humanos de una transnacional estadounidense, cuyos resultados fueron presentados en la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB).
José Adelino Pinto, profesor de Relaciones Industriales de la UCAB, responsable de Mercer en Venezuela y quien presentó el estudio, explicó a la VOA que la encuesta fue realizada entre 70 empresas venezolanas, multilatinas y multinacionales, con plantillas que van desde las 50 o 70 personas hasta más de 5.000 empleados.
“A las organizaciones les costó mucho reaccionar a este proceso. Entonces se vieron en la obligación de instalar el sistema de trabajo de home office”, explica Pinto.
Este sistema, agrega, era visto hasta ese momento como un “beneficio” reservado para algunos cargos.
Entre los resultados de la encuesta, destaca que entre el 50% y el 90% de las empresas consultadas señaló que mantienen diversos grados de operatividad, y que al menos un 38% mantiene entre la mitad y a la totalidad de sus equipos trabajando desde casa.
El profesor expone que si bien la primera semana de cuarentena, a mediados de marzo, fue de adaptación, el 88% de las compañías considera que el teletrabajo ha sido “muy exitoso” y “bueno”.
El tema de la comunicación, comenta Pinto, también tuvo un buen porcentaje. El 65% indicó que han sido “buenas”. Al indagar sobre por qué no fue mayor, encontraron que, a pesar de que hubo empresas que optaron por darle conectividad y equipos a sus empleados para el teletrabajo, el 96% de los consultados reportó fallas de internet en el hogar y un 34%, fallas eléctricas.
Otra de las medidas por la que optaron las empresas para mantenerse a flote, según un 65% de los encuestados, fue la modificación o congelamiento de los sucesivos ajustes de salarios.
Las empresas también han buscado apoyar a sus trabajadores. Un 32% dijo que han dado bonos extraordinarios para que puedan enfrentar la contingencia, más allá de que algunas ya venían dando bonificaciones especiales por el ambiente hiperinflacionario que vive el país.
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A pesar de los esfuerzos de las empresas, el panorama no estará claro en caso de alargarse demasiado la cuarentena.
En declaraciones a una emisora nacional, Luigi Pisella, director tesorero de la Confederación Venezolana de Industriales (Conindustria), relató que, de acuerdo a una encuesta flash que realizaron, un 30% de los encuestados indicaron que podrían hacer frente al segundo mes de cuarentena.
Sin embargo, un 50% indicó que les quedaba 15 días de flujo de caja para poder mantenerse operativos y otro grupo reconoció que no tenían flujo de caja desde el primer mes.
Pisella hizo un llamado a iniciar los protocolos necesarios para el levantamiento de la cuarentena y la reactivación paulatina de los diferentes sectores del país.
Si bien la encuesta presentada por el profesor Pinto no tocó el tema del futuro de estas compañías, él sí se atreve a vaticinar que: “este tema del home office va continuar. Aún cuando levantaran la cuarentena, muchas de las organizaciones van a dejar a algunas personas de su nóminas trabajando desde la casa”, explica, entre otras cosas, para poder mantener el distanciamiento social durante la jornada laboral.
El gobierno en disputa ha tomado ciertas medidas para evitar un mayor impacto en la economía y en las empresas venezolanas.
Desde un principio, congeló los alquileres, tanto habitacionales como comerciales, congeló el pago de créditos por un tiempo y se ofreció a pagar las nóminas de las empresas que se registraron al sistema nacional conocido como Patria, a través un carnet especial.
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