Un grupo de niños latinos invadió los pasillos del Congreso estadounidense para compartir su deseo de navidad con algunos legisladores, y no necesariamente piden regalos o juguetes, sino que cese la separación de familias.
A menos de un mes para que se acabe el año los defensores de la reforma inmigratoria siguen presionando al Congreso, esta vez, a través de un grupo de niños que llegó hasta las oficinas de los legisladores para entregarles personalmente cartas enviadas desde todo el país.
Los mensajes escritos de puño y letra de unos 6 mil niños de diferentes estados fueron repartidos en las oficinas del Congreso, en Washington. Essar Duarte, un salvadoreño de 12 años que vive en Florida desde hace dos, fue uno de los que escribió una carta en la que expresa su deseo para esta navidad.
Antes de la entrega de las cartas, en una emotiva ceremonia, Essar y otros niños compartieron historias personales de cómo el sistema de inmigración actual ha afectado a sus familias.
Algunos de ellos, nacidos en Estados Unidos, han vivido en carne propia la separación de sus padres por no tener documentos legales.
Y es que según los organizadores de la iniciativa, tres de cada cuatro inmigrantes son mujeres y niños, según ellos, los más afectados por la falta de una reforma inmigratoria integral.
No obstante, mientras estos activistas luchan por ablandarles el corazón a los legisladores que se oponen al proyecto de ley, las deportaciones continúan.
Los mensajes escritos de puño y letra de unos 6 mil niños de diferentes estados fueron repartidos en las oficinas del Congreso, en Washington. Essar Duarte, un salvadoreño de 12 años que vive en Florida desde hace dos, fue uno de los que escribió una carta en la que expresa su deseo para esta navidad.
Antes de la entrega de las cartas, en una emotiva ceremonia, Essar y otros niños compartieron historias personales de cómo el sistema de inmigración actual ha afectado a sus familias.
Algunos de ellos, nacidos en Estados Unidos, han vivido en carne propia la separación de sus padres por no tener documentos legales.
Y es que según los organizadores de la iniciativa, tres de cada cuatro inmigrantes son mujeres y niños, según ellos, los más afectados por la falta de una reforma inmigratoria integral.
No obstante, mientras estos activistas luchan por ablandarles el corazón a los legisladores que se oponen al proyecto de ley, las deportaciones continúan.