Los conmocionados y temerosos residentes de Maine permanecen todavía en sus hogares mientras cientos de policías fuertemente armados y agentes del FBI buscan intensamente cerca de lagos y zonas boscosas a Robert Card, un reservista del ejército que, según las autoridades, mató a tiros a 18 personas en una bolera y un bar en la peor matanza de la historia del estado.
Gran parte de la búsqueda del jueves se centró en una propiedad perteneciente a uno de los familiares de Card en la zona rural de Bowdoin, donde camiones y camionetas llenos de agentes armados del FBI y otras agencias finalmente rodearon una casa. A Card y a cualquier otra persona que estuviera dentro se les ordenó repetidamente que se rindieran.
“Tienes que salir ahora sin nada en las manos. Tus manos en el aire”, dijo la policía a través de un altavoz. En la mayoría de los casos, cuando la policía ejecuta órdenes judiciales, incluso para sospechosos buscados por delitos violentos, se mueven rápidamente para entrar a la casa.
Pero horas más tarde, después de repetidos anuncios y una búsqueda, las autoridades se retiraron y aún no estaba claro si Card había estado alguna vez en el lugar, dijo la policía estatal.
Richard Goddard, que vive en la carretera donde se llevó a cabo la búsqueda, conoce a la familia Card. Robert Card, cuatro años más joven, conoce bien el terreno, dijo Goddard.
“Este es su terreno de juego. Creció aquí", dijo. "Conoce cada saliente detrás del cual esconderse, cada matorral".
Se registraron varias casas y se siguieron todas las pistas en la búsqueda de Card, un hombre de 40 años con formación de instructor de armas de fuego. Las autoridades dijeron que se le debería considerar armado y peligroso y no abordarlo.
Se sospecha que Card abrió fuego con al menos un rifle en un bar y una bolera el miércoles en Lewiston, que está a unas 15 millas (24 kilómetros) de Bowdoin y es la segunda ciudad más grande de Maine. Los tiroteos de la tarde mataron a 18 personas e hirieron a otras 13, y tres personas aún están hospitalizadas en estado crítico, dijeron las autoridades.
Las autoridades no han dicho cuántas armas se utilizaron ni cómo se obtuvieron.
Escuelas, consultorios médicos y tiendas de comestibles cerraron y la gente permaneció a puertas cerradas en ciudades a hasta 80 kilómetros (50 millas) de los lugares de los tiroteos.
La ciudad más grande de Maine, Portland, cerró sus edificios públicos, mientras que la Agencia de Servicios Fronterizos de Canadá emitió una alerta “armada y peligrosa” a sus oficiales estacionados a lo largo de la frontera con Estados Unidos.
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Búsqueda en zonas intrincadas
Los investigadores buscan el viernes en la orilla de un río donde se encontró el vehículo de Card, más allá de Lewiston.
"Entonces, como todos vieron en el video, tenemos a todos alineados cerca del lugar donde se llevan a cabo las operaciones. Llegó un aviso del dueño de un negocio aquí donde estamos, aquí en Springworks. Queríamos investigar el aviso”, dijo Ryan McGee, el jefe de Policía de la localidad de Lisbon.
Las autoridades también dijeron que estuvieron buscando entre los árboles junto a la bolera. Así y todo no hay ningún indicio o pista contundente que les haya posibilitado encontrar al sospechoso de terminar con la vida de las 18 personas en Maine. Las autoridades piden que cualquier información se comparta al número de emergencias 911.
[Con la colaboración de la periodista de VOA Paula Andrea Díaz, desde Washington, e información de The Associated Press]