Buques de guerra rusos bombardearon objetivos cerca de Odesa el miércoles por la mañana, posiblemente como parte de un ataque a esa ciudad portuaria de Ucrania. Pero algunos estrategas militares dicen que las fuerzas rusas luchan principalmente por conservar el territorio que han ocupado y han sufrido serios retrocesos en feroces escaramuzas en otros lugares que probablemente retrasarán un asalto a Odesa.
El Ministerio de Defensa del Reino Unido, en su actualización diaria sobre el estado de la batalla, evaluó que las fuerzas rusas están luchando para superar los desafíos que plantea el terreno ucraniano y que las unidades rusas han permanecido en gran medida atadas a las carreteras de ese país, demostrando renuencia a salir de las vías para maniobrar. También dijo que las fuerzas ucranianas lograron detener los avances rusos al volar puentes.
“Las tácticas de las Fuerzas Armadas de Ucrania han explotado hábilmente la falta de capacidad de maniobra de Rusia, frustrando el avance ruso e infligiendo grandes pérdidas a las fuerzas invasoras”, concluyó el Ministerio de Defensa británico.
También lea EEUU sanciona al tercer banco más grande de RusiaEl asesor presidencial ucraniano, Mykhailo Podolyak, dijo el miércoles en un tuit que una serie de contraofensivas en "varias áreas operativas" habían alterado las "disposiciones de las partes" en conflicto. Y Oleksiy Arestovych, otro asistente del presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy, dijo que los contraataques ucranianos a pequeña escala significan que las fuerzas rusas no han logrado despejar los “puntos críticos principales” alrededor de Kiev y hay pocas posibilidades de que lo hagan, ya que “Rusia ha agotado sus recursos”.
Dos tercios de los proyectiles rusos golpean edificios e infraestructuras civiles, explicó Arestovych en una sesión informativa en video.
Las autoridades ucranianas dijeron que las fuerzas rusas continuaron con el intenso bombardeo de Járkov, la segunda ciudad más grande de Ucrania, y de los pueblos de los alrededores.
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Un bloque de apartamentos de gran altura fue alcanzado en el último ataque con bombardeos en la capital de Ucrania, Kiev, el miércoles, destrozando el último piso y provocando un incendio. Hubo informes de dos víctimas, pero no ha habido confirmación sobre si resultaron muertos o heridos. Hasta el momento, las autoridades ucranianas estiman que Rusia ha destruido 3.500 edificios en 21 días de guerra, incluidas más de 200 escuelas.
Las bajas rusas
El ejército de Ucrania afirma que 13.800 soldados rusos han sido abatidos o capturados desde el comienzo de la invasión rusa, el 24 de febrero. Asimismo asegura que ha destruido o dejado fuera de combate unos 430 tanques y 1.375 vehículos blindados. Las afirmaciones de Ucrania no se han verificado de forma independiente.
Un nuevo general ruso, Oleg Mityaev, el comandante de 47 años de edad de la 150 división de fusileros motorizados de Rusia, fue abatido. Kiev dijo que Mityaev, quien luchó en Siria, murió cerca de la ciudad de Mariúpol y publicó una foto supuestamente de su cuerpo. Moscú no ha confirmado la muerte.
En fotos | El impacto de los bombardeos rusos en Ucrania
Si la afirmación es precisa, sería el cuarto general ruso muerto y el decimotercer oficial desde que comenzó la invasión de Ucrania.
Los otros generales muertos fueron: el mayor general Andrei Kolesnikov, comandante del 29º Ejército Combinado; el general de división Vitaly Gerasimov, subcomandante del 41º ejército de Rusia, otro veterano de combate que luchó en Siria, y el general de división Andrei Sukhovetsky, quien, según los informes, fue eliminado por un francotirador. Cuatro coroneles rusos también murieron y un general checheno, Magomed Tushaev, fue informado por Kiev de la muerte en una emboscada cerca de Hostomel, cerca de la capital ucraniana, que ha visto algunos de los combates terrestres más intensos desde que Rusia invadió.
Los analistas militares sugieren que el alto número de muertes de los oficiales superiores se debe a que han tenido que acercarse a las líneas del frente para resolver los problemas de suministro logístico y persuadir a las tropas terrestres para que avancen. Moscú solo ha reconocido que 498 de sus soldados han muerto y 1.597 han resultado heridos, y eso fue el 2 de marzo, sin más actualizaciones desde entonces.
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