El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, defendió este miércoles la decisión anunciada por su Gobierno de empezar a suministrar dosis de refuerzo de la vacuna contra el COVID-19, a pesar de que muchos países del mundo apenas tienen acceso al fármaco.
"Tenemos la responsabilidad de ofrecerles la mayor protección posible", comenzó diciendo el mandatario al dirigirse al pueblo estadounidense desde la Casa Blanca, horas después de que su Gobierno anunciara un plan para inocular la dosis de refuerzo a personas de alto riesgo o que se vacunaron hace más de ocho meses. "Esto reforzará su respuesta inmune, aumentará su protección frente al COVID-19 y es la mejor manera de protegernos de posibles variantes que podrían surgir".
El anunció ha sido recibido con escepticismo por parte de la comunidad internacional, con la Organización Mundial de la Salud (OMS) a la cabeza, por considerar que algunos países siguen acaparando la oferta de vacunas, mientras que otros países aún no son capaces ni de proteger a su personal sanitario.
También lea ¿Cuán crucial es la vacunación para contener el avance del COVID-19?Sin embargo, Biden rechazó las críticas y recalcó que Estados Unidos es el principal donante de vacunas, habiendo aportado “más que todos los demás países del mundo, combinados”. Solo en junio y julio, Washington donó cien millones de dosis, al tiempo que inoculaba a cincuenta millones de estadounidenses, recordó el mandatario.
“Algunos líderes dicen que deberían distribuirse más primeras dosis antes que las de refuerzo", observó Biden. "Estoy en desacuerdo. Creo que podemos hacer ambas cosas, cuidar a los estadounidenses y ayudar al mundo al mismo tiempo".
La medida
Las autoridades de salud pública de Estados Unidos anunciaron este miércoles que será necesaria una dosis de refuerzo para las personas completamente vacunadas contra el COVID-19 y han preparado un plan para administrarla a la población.
Un comunicado atribuido a los principales funcionarios de salud, entre ellos la directora de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), Rochelle Walensky, y el principal especialista en enfermedades infecciosas del país, Anthony Fauci, explicó que “muchas vacunas disminuyen su protección con el tiempo” y reconoce que “dosis adicionales podrían ser necesarias para una protección de larga duración”.
“Basados en nuestras últimas evaluaciones, la actual protección (…) pudiera disminuir en los próximos meses, especialmente entre aquellos que tienen un alto riesgo o que fueron vacunados en las primeras fases de inoculación”, dijo el comunicado.
La nota reiteró que “las vacunas contra COVID-19 autorizadas en EE. UU. siguen siendo muy efectivas en reducir la enfermedad grave, las hospitalizaciones y las muertes, incluso contra la variante delta que circula ampliamente”.
Sin embargo, “la evidencia refleja que estamos empezando a ver una reducción de la protección contra la enfermedad ligera y moderada” del COVID-19.
También lea Variante delta hace que dudosos de la vacunación reconsideren posturasLos funcionarios dijeron que ya desarrollaron un plan para comenzar a ofrecer esas dosis de refuerzo este otoño, sujetas a que la Administración de Drogas y Alimentos (FDA) haga una evaluación independiente de la seguridad y la efectividad de una tercera dosis de las vacunas de Pfizer y Moderna basada en la revisión de la evidencia.
“Estamos preparados para ofrecer las dosis de refuerzo a todos los estadounidenses comenzando en la semana del 20 de septiembre y ocho meses después de que los individuos recibieran la segunda dosis”.
Las personas que tuvieron preferencia en el principio de la vacunación, como los trabajadores de la salud, los residentes de los asilos de ancianos y otras personas de la tercera edad probablemente serán elegibles para la dosis de refuerzo.
Los funcionarios anticiparon también que los vacunados con la dosis única de Johnson & Johnson pudieran necesitar la dosis de refuerzo, aunque la administración de esta vacuna no comenzó en Estados Unidos hasta marzo de 2021.
“Nuestra primera prioridad es llevar la delantera con el virus y proteger al pueblo estadounidense con vacunas contra COVID-19 seguras, efectivas y de larga duración, especialmente en el contexto de cambios constantes en el virus y en el panorama epidemiológico”.
Los especialistas hicieron énfasis en la urgencia de la vacunación en Estados Unidos y el resto del mundo, y recordaron que casi todos los casos de enfermedades graves, hospitalizaciones y muertes por COVID-19 se están observando entre los no vacunados.
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