Las infecciones de coronavirus continuaban registrándose a niveles récord en Estados Unidos, alcanzando un nuevo récord diario de casi 228.000 el viernes.
La cifra de 227.885 eclipsa en previo punto alto de 217.000 del jueves, según los datos recopilados por el centro de monitoreo de la pandemia de la Universidad Johns Hopkins.
El promedio semanal de muertes atribuibles al COVID-19 superó el viernes la cifra de 2.000 por primera vez desde la primavera. El viernes el promedio semanal de muertes fue de 2.011. Hace dos semanas, el promedio semanal era de 1.448. Sólo el viernes se registraron 2.607 muertes en Estados Unidos.
Mundialmente, Johns Hopkins reportó que más de 1,5 millones de personas han muerto debido a la pandemia, incluyendo a unas 279.000 en Estados Unidos.
También lea Estados Unidos supera los 14 millones de casos de COVID-19Ataques cibernéticos
Y al repunte en las infecciones y muertes, los médicos han tenido que hacer frente a otra plaga: los ataques de piratas cibernéticos.
A finales de la mañana del 28 de octubre, el personal del Centro Médico de la Universidad de Vermont se percataron de que el sistema telefónico no estaba funcionando.
Luego se cayó el internet. Luego la infraestructura técnica. Los empleados perdieron acceso a las bases de datos, a los historiales médicos digitales, sistemas de programación de actividades y otras herramientas en línea de la que dependen para atender a sus pacientes.
Los administradores se apresuraron a mantener al hospital operativo, cancelando citas no urgentes, revirtiendo el sistema de datos a la técnica del lápiz y el papel y redireccionando a pacientes en condición crítica a otros hospitales.
En su laboratorio principal, que realiza unas 8.000 pruebas al día, los empleados imprimían o escribían a mano los resultados y se los llevaban físicamente a los especialistas. Las caducas tecnologías sin internet, habían cobrado nueva vida.
“Empezamos a buscar y recuperamos cuanta máquina de facsímil que pudimos encontrar”, dijo el Jefe de Operaciones del Centro Médico de la Universidad de Vermont, Al Gobeille.
El hospital había sido presa de un ataque cibernético y uno de los más recientes y visibles ejemplos de una ola de ataques digitales que buscan atrapar como rehenes a los proveedores de salud, en momentos de un repunte del coronavirus.
También lea Repunte de nuevos casos de COVID-19 en EE.UU. bate récordsEl mismo día del ataque en Vermont, el Buró Federal de Investigaciones y otras dos agencias federales advirtieron que los criminales cibernéticos estaban aumentando esfuerzos para robar información e interrumpir los servicios en el sector de la salud.
Los piratas cibernéticos buscan entrar ilegalmente a los servidores de los hospitales, roban la información y luego exigen millonarias recompensas para su devolución. Mientras no hay pago, no hay forma de rescatar los datos sustraídos.
En septiembre, por ejemplo, un ataque paralizó una cadena de más de 250 hospitales y clínicas. El resultado fue retrasos en los servicios de emergencia y una carrera contra el tiempo para mantener funcionales los servicios usando viejas tecnologías.
La piratería de información médica están en parte responsable de casi 700 fugas de información médica privada, afectando a unos 46,6 millones de personas y que actualmente son investigadas por el gobierno.
En las manos de un criminal, el historial de un solo paciente, rico en detalles sobre las finanzas, seguro e historial médico, puede venderse hasta por 1.000 dólares en el mercado negro cibernético.
Llegan vacunas a Illinois
Mientras tanto, en Illinois, uno de los estados más afectados por el repunte de casos y muertes, la entrega inicial de vacunas se hará en 50 condados con las más altas tasas de muerte per cápita, dijo el viernes el gobernador J.B. Pritzker, mientras el virus cobraba otras 148 vidas en el estado.
Las primeras vacunaciones serán dirigidas a los hospitales y los trabajadores de la salud en los 50 condados con la mayor cantidad de muertes per cápita”, dijo Pritzker, en su rueda de prensa diaria sobre el coronavirus.
“Una matemática rápida te dirá que tomará varias semanas de distribución solo para darle a los trabajadores de la salud la primera de sus dos dosis que podrían necesitar, mientras también se vacuna a los residentes de asilos de ancianos”.