El número de nuevos casos de coronavirus en Estados Unidos está aumentando, pero los gobernadores estatales están ofreciendo mensajes mixtos sobre cómo lidiar con la pandemia.
Cada día se registran más de 60,000 casos nuevos, lo que ha empuja do al minorista más grande del país, Walmart, a exigir a los clientes que usen máscaras en sus 5,000 puntos de venta, al igual que otras cadenas de tiendas minoristas como Target y las farmacias CVS.
La gobernadora Kay Ivey, del estado sureño de Alabama, ordenó a todos los residentes que comiencen a usar máscaras a partir del jueves, ya que el estado reportó casi 50 nuevas muertes el miércoles.
El gobernador de Montana, Steve Bullock, en el oeste de EE.UU. impuso una regla de máscara obligatoria en todos los entornos públicos cerrados en los condados donde cuatro o más personas dieron positivo para COVID-19.
Georgia prohíbe los mandatos de máscara
Pero en el estado sureño de Georgia, se registraron casi 3.900 casos nuevos, su segundo total más alto desde el comienzo de la pandemia. El gobernador Brian Kemp demandó el jueves a Atlanta para impedir que la ciudad haga cumplir su mandato de usar una máscara en público y otras reglas relacionadas con la pandemia de COVID-19.
En una demanda judicial presentada en las primeras horas de la noche, Kemp y el fiscal general de Georgia, Chris Carr, argumentaron que la alcaldesa de Atlanta, Keisha Lance Bottoms, ha sobrepasado su autoridad y debe obedecer las órdenes ejecutivas de Kemp según la ley estatal.
El gobernador republicano había emitido antes una nueva orden que prohíbe explícitamente a las ciudades promulgar sus propios mandatos de máscara, pese a que "anima firmemente" a su uso. Kemp extendió otras restricciones estatales de distanciamiento social.
El gobernador de Georgia, Brian Kemp se ajusta la máscara antes de firmar una ley en el hospital Wellstar Kennestone, en Marietta, el 16 de julio de 2020.
Algunos alcaldes, incluida la ciudad más grande del estado, Atlanta, habían desafiado a Kemp y habían ordenado el uso de máscaras. Los funcionarios expresaron su ira por el nuevo edicto.
“Es oficialmente oficial. El gobernador Kemp no se preocupa por nosotros", escribió en Twitter el alcalde demócrata de Savannah, Van Johnson, quien fue el primer funcionario local en emitir un mandato de máscara. “Cada hombre y mujer por sí mismo. Ignora la ciencia y sobrevive lo mejor que puedas", diijo.
Ali Khan, un ex funcionario de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU., dijo a CNN que el aumento en el número de casos de coronavirus en EE.UU. probablemente continuará a menos que el uso de máscaras se vuelva común.
"Deberíamos esperar que esta enfermedad continúe extendiéndose en los Estados Unidos, porque más del 90 por ciento de las personas aún son susceptibles", dijo Khan. "... Incluso los lugares que piensan que les está yendo bastante bien en este momento, no lo están haciendo. Hasta que se lo contenga en la comunidad, se corre el riesgo de que vuelva y aumente”.
El gobernador de Maryland culpa a Trump por una respuesta caótica
Mirando hacia los primeros días de la pandemia en Estados Unidos, el gobernador republicano de Maryland, Larry Hogan, quien preside la Asociación Nacional de Gobernadores, criticó al presidente Donald Trump por lo que ha calificado como una respuesta caótica.
ARCHIVO - El gobernador de Maryland, Larry Hogan, anuncia el levantamiento de una orden de cierre a negocios no esenciales, durante una rueda de prensa en Annapolis. Junio 3 de 2020.
Mientras Hogan contempla una posible candidatura a la presidencia en 2024, dijo en un ensayo en el Washington Post que Trump a principios de este año se apresuró a culpar a otros por las deficiencias del país al responder al coronavirus cuando el virus llegó desde China.
“Estaba claro que esperar a que el presidente dirigiera la respuesta de la nación era inútil; si nos demoramos más, estaríamos condenando a más ciudadanos a sufrir y morir", dijo Hogan.
"El presidente estaba por todas partes", dijo el director ejecutivo de Maryland. "Él (Trump)admitió, falsamente, que "cualquiera" podría hacerse una prueba, incluso cuando mis colegas gobernadores suplicaban desesperadamente ayuda para las pruebas. Luego cambió de la jactancia a la culpa.
"Esperábamos algo más que la constante interferencia del hombre que se suponía que era nuestro líder", dijo Hogan. “Trump pronto nos desengañó de esa expectativa. El 6 de abril, declaró que las pruebas no eran responsabilidad de Washington después de todo".
Estados Unidos ahora ha registrado casi 3.5 millones de casos de coronavirus y más de 137,000 muertes, con ambas cifras siendo por mucho los mayores totales nacionales en todo el mundo.
El gobernador de Oklahoma da positivo
Entre los recién infectados se encuentra el gobernador de Oklahoma Kevin Stitt, un republicano que asistió al mitin de campaña de Trump en Tulsa el mes pasado, que los expertos en salud creen que probablemente contribuyó a un aumento en los casos de COVID-19 allí. Stitt, el primer gobernador de EE.UU. en ser infectado por el virus, no ha impuesto un requisito de máscara en todo el estado.
Hospitales de Florida en crisis
Otro gobernador que se ha negado a emitir una orden estatal que requiera máscaras es Ron DeSantis en Florida, donde la cantidad de nuevas infecciones ha llegado a un punto crítico, mientras los hospitales están cerca o a plena capacidad.
Vehículos esperan en file en un sitio de pruebas de Covid en el Centro de Convenciones de Miami Beach, el 12 de julio de 2020.
Florida informó el jueves el mayor aumento en un solo día en su número de muertes por coronavirus, 156 más, desde que comenzó la pandemia. El estado del sudeste registró 13,965 casos nuevos, con un total de más de 315,000.
Florida es uno de varios estados en el sur y oeste de EE.UU. con un aumento de las infecciones y muertes por coronavirus, incluidos Arizona, Texas y California. Los organizadores del Desfile anual del Desfile de las Rosas, celebrado el día de Año Nuevo en la ciudad de Pasadena, en el sur de California, anunciaron el miércoles que cancelaron la edición de 2021 debido a la pandemia.
La Universidad de Washington ahora está proyectando que el número de personas que morirán por COVID-19 alcanzará 224,000 para el 1 de noviembre, un aumento de 16,000 de un pronóstico anterior.