Casi 6.000 estadounidenses completamente vacunados contra el COVID-19 han contraído la enfermedad, informaron el jueves los Centros de Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), pero indicaron que no es razón para alarmarse.
La cifra de 5.800 infectados representa menos del 1% de los 77 millones de personas totalmente vacunadas en el país hasta la fecha y tampoco es algo inesperado, explicaron los CDC.
Las vacunas no garantizan una protección del 100%, simplemente reducen las probabilidades de contagiarse, y de quienes contraen la enfermedad después de vacunarse muy pocos desarrollan síntomas graves.
Estadísticamente, estos casos ocurrieron en menos del 0,008% de las personas completamente vacunadas. Las hospitalizaciones en el 0,0005% y las muertes en casi un 0,0001%, cantidades prácticamente despreciables.
De las infecciones, alrededor del 40% ocurrieron en mayores de 60 años, 65% en mujeres y 29% fueron asintomáticas. Solo el 7% tuvo que ser hospitalizado.
No obstante, la directora de los CDC, Rochelle Walensky, dijo el jueves que están observando atentamente los casos de COVID-19 en personas totalmente vacunadas.
“Hasta la fecha, no hemos identificado patrones inesperados en la demografía de los casos o las características de las vacunas”, explicó Walensky.
La doctora Francesca Torriani, una investigadora de enfermedades infecciosas de la Universidad de California en San Diego que estudió casos en trabajadores de la salud completamente vacunados, dijo a la Radio Pública Nacional (NPR) que “todo aparenta que las raras infecciones que ocurren son menos graves”.
“De modo que (las vacunas) nos protegen contra la enfermedad más grave, lo cual es magnífico”, señaló.
Los CDC esperan comenzar a publicar información sobre estos casos en su sitio de internet regularmente a partir del lunes.