La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) ha pedido a las compañías Pfizer y Moderna que aumenten la cantidad de niños en edad escolar en sus ensayos clínicos en curso para determinar si sus vacunas contra COVID-19 son seguras para niños menores de 12 años.
Los dos fabricantes de medicamentos están probando sus respectivas vacunas en niños de entre cinco y 11 años para evaluar sus posibilidades de desarrollar enfermedades raras de inflamación cardíaca que se han detectado en jóvenes menores de 30 años que recibieron la vacuna. Las condiciones incluyen miocarditis, una inflamación del músculo cardíaco y pericarditis, una inflamación del revestimiento alrededor del corazón.
La solicitud podría retrasar la aprobación formal de las vacunas de dos dosis para niños de ese grupo de edad. Moderna, que inscribió a casi 7.000 niños en su fase inicial del ensayo, dice que está "discutiendo activamente" la propuesta con la FDA. Pfizer, que ha inscrito hasta 4.500 niños entre 6 meses y 12 años, dice que espera tener resultados para el grupo de 5 a 11 años en septiembre, seguidos de resultados para las edades de 2 a 5 años poco después.
La administración de Biden dijo el lunes que mantendrá las restricciones de viaje existentes a Estados Unidos debido al aumento de la variante delta, catalogada como más contagiosa de COVID-19. Las restricciones en docenas de naciones de Europa y otras partes del mundo, incluida China, se impusieron por primera vez al comienzo de la pandemia en enero de 2020. La variante delta se ha detectado en más de 90 países y comprende más del 80% de todos nuevas infecciones por COVID-19 en Estados Unidos.
El impulso de las vacunas obligatorias entre los trabajadores de la salud ganó más impulso el lunes cuando la ciudad de Nueva York anunció el requisito de que todos sus empleados municipales, incluidos los oficiales de policía y los maestros, reciban una vacuna COVID-19 o se sometan a pruebas semanales. El estado de California también emitió una orden de vacunación obligatoria para todos sus empleados y millones de trabajadores de la salud pública y privada.
Los dos gobiernos se unieron al Departamento de Asuntos de Veteranos de Estados Unidos, que opera 1.700 centros médicos y clínicas ambulatorias para personal militar retirado, buscando que las vacunas sean obligatorias para la mayoría de sus trabajadores de la salud, convirtiéndose en la primera agencia federal estadounidense en imponer tal demanda.
Your browser doesn’t support HTML5
¡Conéctate con la Voz de América! Suscríbete a nuestro canal de YouTube y activa las notificaciones, o bien, síguenos en redes sociales: Facebook, Twitter e Instagram.