La Organización Mundial de la Salud (OMS) afirmó el lunes que dos nuevos estudios ilustran cómo tiene sentido económico garantizar un acceso equitativo a las vacunas contra el COVID-19.
En su habitual rueda de prensa sobre el COVID-19, desde Ginebra, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, hizo referencia a los estudios, diciendo que muestran que el no ofrecer acceso equitativo a las vacunas no sólo sería una catastrófica falla moral, sino también un fracaso económico.
También lea OMS: El 95% de las vacunas están siendo administradas en sólo 10 paísesIndicó que un nuevo estudio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que analizó el impacto del COVID-19 en el mercado laboral mundial muestra que el año pasado la pandemia le costó a la economía mundial un 8,8% del total de horas de trabajo posibles, el equivalente a perder 255 millones de empleos de tiempo completo.
El reporte proyecta que la mayoría de los países se recuperarán en la segunda mitad del 2021, dependiendo de la ejecución de las campañas de vacunación. El presidente de la OIT, Guy Rider, está pidiendo, entre otras medidas, apoyo internacional para los países de ingresos bajos y medios, que tienen menos recursos para financiar las vacunas y promover la recuperación económica y de empleos.
Un impacto de 9,2 billones de dólares
En un segundo estudio, Tedros señaló que la Fundación de Investigación de la Cámara Internacional de Comercio hace un fuerte alegato a favor de la equidad en las vacunas. El estudio muestra que si las naciones más ricas del mundo están plenamente vacunadas, mientras las naciones pobres sólo logran vacunas al 50% de sus poblaciones, esto podría arrastrar la economía mundial en unos 9,2 billones de dólares. Casi la mitad de eso, unos 4,5 billones se perderían en las economías más desarrolladas.
También lea OMS: Países pobres están perdiendo en la distribución de las vacunas COVID-19Tedros indicó que el programa de la OMS para el rápido acceso a vacunas, diseñado para conseguir vacunas para los países más pobres, actualmente tiene una brecha de financiamiento de 26.000 millones de dólares, una cantidad pequeña comparada con las pérdidas que generaría no asegurar que todos los países tengan acceso a las vacunas.
“Si se logra un financiamiento total, el programa generaría retornos por 166 dólares por cada dólar invertido”, aseguró Tedros.
Citando el estudio de la Cámara de Comercio, Tedros concluyó: “no es caridad, es sentido común económico”.