El regreso a clases en EE. UU. beneficia al comercio con gasto sin precedentes en material escolar

Los estudiantes abandonan la escuela primaria St Matthew's al final de su primer día de la clase, en Louisville, Kentucky, EE. UU., el 11 de agosto de 2021..

Por primera vez desde el comienzo de la pandemia, las familias se preparan para el regreso masivo de sus hijos a las aulas y la Federación Nacional de Minoristas anticipa un gasto sin precedentes.

Expertos calculan que las familias estadounidenses gastaron más de 37.000 millones de dólares este año en útiles escolares y productos relacionados con el regreso a clases.

La cifra, según la Federación Nacional de Minoristas, es la más alta alcanzada en la historia.

Sólo en el estado de Nevada, esas compras alcanzarían los 480 millones de dólares, así lo dio a conocer Bryan Wachter, vicepresidente de la Asociación de Minoristas de Nevada.

"La mayor parte de esos dólares se gastarían desde el jardín de infantes hasta el grado 12, gastando 330 millones, y creemos que es un 8,9% más que en el 2020, así que eso muestra cuánto es el aumento que esperamos", explicó.

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Además de los útiles regulares, las familias de estudiantes en cualquier instrucción, están comprando en este momento ropa, artículos electrónicos, y otros productos que hace un año se quedaron en las estanterías debido a la cuarentena implementada por el COVID-19.

“La categoría de gasto más grande sería la de electrónicos, seguida de la ropa, seguida de los zapatos, y luego en los útiles escolares, cuando se piensa en los útiles escolares tradicionales”, afirmó Wachter.

El representante de la Asociación de Minoristas también dijo que en su estado esperan que los padres de estudiantes “gasten alrededor de 54 millones de dólares" en útiles escolares.

Aumento de precios

La pandemia, según explican los analistas, tiene mucho que ver con las cifras récord de las que hablan los comerciantes, pues no solo impulsó el aumento de precios en todos los productos, sino que cambió además algunos hábitos de consumo, agregando elementos de higiene y protección que antes no eran indispensables.

Es decir, los consumidores están pagando más por lo mismo que compraban antes y además deben adquirir nuevos productos como alcohol gel, tapabocas, toallas desinfectantes y otras, debido a la presencia del COVID-19.

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Recientemente un informe presentado por a Oficina de Estadísticas Laborales del Gobierno reflejó que los precios al consumidor han sufrido aumentos en los últimos meses. Solo en junio la tasa de inflación de EE. UU. aumentó nueve décimas en comparación con mayo.

De acuerdo con la entidad los precios han sido más altos en los últimos meses porque los nuevos números se están comparando con los precios que cayeron durante los peores días de la pandemia hace un año, cuando muchas empresas redujeron sus operaciones y, en algunos casos, recortaron los precios para mantener a sus clientes.

* Adaptación web Lenny Castro.

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