El presidente de Ecuador, Rafael Correa, enfrenta una rebelión de policías y militares que desataron una manifestación violenta en Quito y otras ciudades.
En las calles de la capital, policías y también militares ecuatorianos tomaron el principal Regimiento Quito, mientras el presidente Correa reclama a las fuerzas respetar el orden constitucional y en un encendido discurso dijo que no cederá.
El presidente Correa, acusó también a la oposición de intentar derrocarle con un golpe de Estado y confirmó que está estudiando la posibilidad de disolver el Parlamento.
El mandatario dijo que los manifestantes, a los que acusó de traición y conspiración, intentaron agredirlo y necesitó de atención médica.
En tanto, la cúpula militar de Ecuador respaldó al presidente Rafael Correa, el ministro de Defensa, Javier Ponce, dijo que "hay pleno respaldo, estoy en pleno contacto con el Comando Conjunto".
Estados Unidos y OEA hacen seguimiento
En Washington, en la sede de la Organización de Estados Americanos (OEA), hace un seguimiento de la situación, según confirmó voanoticias.com.
En tal sentido, se anunció oficialmente que el Consejo Permanente de OEA se reunirá en una sesión extraordinaria este mismo jueves 30 de septiembre a las 18,30 horas del este de Estados Unidos, en el Salón Simón Bolívar, a fin de considerar la situación en Ecuador.
Por su parte, el vocero del Departamento de Estado de Estados Unidos, P.J. Crowley dijo que la situación en Ecuador no pone en peligro la vida de los estadounidenses y que se está prestando atención a los eventos.
“Nuestra embajada en Quito confirma que hay algunos ciudadanos estadounidenses en el aeropuerto, pero no se encuentran en peligro. El área que rodea nuestra embajada está en calma y estamos monitoreando lo que está sucediendo aquí”, dijo Crowley.
Correa atendido por médicos
Los uniformados rebeldes cerraron las carreteras de acceso a la capital, en rechazo a una disposición presidencial que elimina los beneficios económicos para los funcionarios policiales, informaron medios locales.
Según revelan imágenes de televisión, un grupo de uniformados, llevan adelante una protesta quemando neumáticos y utilizando bombas lacrimógenas, tras lo cual no sólo tomaron por la fuerza el mayor regimiento de la capital, y también otros destacamentos policiales en Guayaquil y otras ciudades.
Por su parte, militares tomaron el aeropuerto de la base aérea Mariscal Sucre, según las transmisiones.
El presidente ecuatoriano Rafael Correa intentó dialogar directamente con algunos de los efectivos que ocuparon distintas instalaciones en Quito, pero resultó afectado por gases lacrimógenos y también sintió dolor en la rodilla recientemente operada por el forcejero al caminar entre la multitud y la seguridad, y está siendo atendido por los médicos.
Elecciones anticipadas
Por su parte, la decisión que analiza el mandatario de disolver la asamblea, se produce en respuesta a los desacuerdos en el seno del oficialismo, que no ha apoyado la aprobación de leyes que el poder ejecutivo considera como claves para su proyecto socialista, dijo la ministra ecuatoriana de Política, Doria Solís.
En caso de que el presidente Correa concrete su amenaza de disolver la asamblea de 124 miembros y cuya mayoría es oficialista, el mandatario podría convocar a elecciones inmediatas.
Mientras tanto, los asambleístas de la bancada oficialista de Ecuador decidieron permanecer de manera indefinida en el interior de la Asamblea para velar por la democracia, en medio de incidentes con policías.
La posibilidad de disolución del legislativo esta prevista en la Constitución aprobada en el 2008 y si bien como dijo la ministra Solís, “es un escenario que nadie quisiera”, también reconoció que “es una posibilidad cuando no hay condiciones para ir impulsando el proceso de cambio".
Sin embargo, para emitir el decreto de disolución del cuerpo, Correa debe contar con una aprobación previa de la Corte Constitucional.