El presidente Barack Obama anunció nuevas regulaciones para disuadir a las compañías estadounidenses de comprar empresas extranjeras para reducir impuestos, mudando sus sedes al exterior mientras mantienen operaciones en el país.
Obama calificó la práctica, conocida como inversión tributaria, como "uno de los vacíos legales más insidiosos" que existe en la ley de impuestos, y exhortó al Congreso controlado por la oposición republicana a prohibirla definitivamente.
El mandatario dijo que la evasión de impuestos es "un gran problema en todo el mundo". Mucho de la inversión tributaria es legal y ése es el problema, afirmó.
"Ellos están aprovechándose del sistema. Muchos de esos vacíos legales perjudican a las familias de clase media. Ese es un flujo de dinero neto que podría ser usado en Estados Unidos" para mejorar caminos, escuelas y otros programas de gobierno, señaló Obama.
El lunes el Departamento del Tesoro estadounidense emitió 300 páginas de nuevas regulaciones que incluyen un límite a los préstamos corporativos internos.
Las empresas usan ese método para recortar ganancias de una subsidiaria estadounidense haciendo préstamos a la sede corporativa en el exerior y luego deducen el interés que pagan a la compañía principal a fin de reducir los impuestos que deben pagar en EE.UU.
El proceso de inversión tributaria generalmente involucra a una firma estadounidense grande que compra a una compañía extranjera pequeña en un país donde se pagan menos impuestos.
Un ejemplo es la fusión anunciada en noviembre entre la farmacéutica estadounidense Pfizer y la irlandesa Allergan, estimada en unos $160.000 millones de dólares.