La Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos comenzó este lunes un nuevo período de sesiones, con la participación del juez Neil Gorsuch nombrado este año en sustitución del fallecido Antonin Scalia, lo cual podría devolverle la tendencia conservadora.
La Corte tiene previsto estudiar varios casos importantes que podrían determinar el camino futuro de la democracia y los derechos civiles en Estados Unidos.
Uno de ellos tiene que ver con la torta para una boda gay que una pastelería se rehusó a hacer alegando motivos religiosos, otro con la potestad de la policía para usar el historial de las llamadas desde teléfonos móviles para determinar ubicaciones de sospechosos sin pedir orden de allanamiento, y uno más con la reorganización del electorado para favorecer a un partido determinado. Hay otros casos más en la lista por decidir.
“Solo hay una predicción que se puede hacer con seguridad en el próximo período”, dijo la jueza Ruth Bader Ginsburg el mes pasado. “Y esa es que va a ser trascendental”.
Hasta ahora, el nuevo juez Gorsuch ha dado muestras de aliarse con los dos jueces más conservadores de la Corte: Clarence Thomas (el más antiguo de todos) y Samuel Alito.