La defensa del capitán italiano del crucero Costa Concordia que encalló hace tres años cerca de la isla de Giglio dijo que apelará la sentencia de 16 años de prisión que le fue impuesta por escapar del lugar y abandonar a cientos de pasajeros que seguían a bordo.
Francesco Schettino fue encontrado culpable de homicidio imprudencial en la muerte de 32 de los pasajeros y tripulación del crucero, que naufragó el 13 de enero de 2012.
El castigo fue 10 años menor al que buscaba la fiscalía, que dijo a la corte que el capitán del Costa Concordia era “un idiota imprudente”.
Al menos una de las sobrevivientes se quejó por la sentencia tan liviana.
“El veredicto para mí es diferente de la forma en que se puede percibir, porque para mí, una cosa es que sean seis meses por cada persona muerta mientras para las familias de las víctimas, no es cosa de seis meses o 17 años, es para siempre”, dijo la francesa Anne Decre.
Las investigaciones determinaron que el crucero impactó contra un arrecife cuando Schettino condujo el barco demasiado cerca de la isla de Giglio, mientras los pasajeros cenaban, sin darse cuenta que había un arrecife.
El arrecife abrió un corte en el casco, la embarcación hizo agua y el Concordia escoró marcadamente, para finalmente quedar de costado. Las autopsias determinaron que las víctimas se ahogaron a bordo del barco o en el mar tras caerse o brincar del bardo durante una evacuación lenta y caótica.