CPJ condena despido de periodista en Ecuador

Ecuador's President Rafael Correa gestures during a news conference with the international press at the government palace in Quito, Ecuador, Wednesday Oct. 6, 2010. Correa contends the Sept. 30 police revolt, which trapped him in a hospital for over 12 h

Martín Pallares, abierto crítico del gobierno trabajó durante 13 años como periodista, editor, bloguero y columnista del diario El Comercio, el más importante de la capital ecuatoriana. Fue despedido en agosto.

El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) expresó preocupación por el despido en Ecuador de un conocido periodista, editor, bloguero y columnista de El Comercio.

El periodista Martín Pallares sostuvo una confrontación en Twitter con el presidente Rafael Correa quien en una ocasión llamó a Pallares "sicario de tinta".

Desde que Rafael Correa fue elegido en 2006, se volvió más intolerante y lanzó una embestida contra la prensa privada, Pallares aumentó sus críticas al gobierno en sus columnas y su cuenta de Twitter", a menudo usando un lenguaje provocativo.

Según el organismo de protección, el despido de Pallares aumenta la preocupación de los defensores de la libertad de prensa de que en Ecuador podría estar ocurriendo una situación similar a la de Venezuela, donde "la campaña de acoso y hostigamiento del gobierno" termina con la venta de medios a nuevos propietarios que adoptan una línea editorial favorable al gobierno de turno.

El diario El Comercio fue vendido en diciembre por $45 millones de dólares al multimillonario mexicano Remigio Ángel González, quien es dueño o controla más de 100 emisoras de radio y estaciones de televisión en América Latina.

Según la directiva del diario, a Pallares se le pidió que bajara el tono de su lenguaje.

Pero según Pallares, sus opiniones en Twitter son similares a las que expresaba en el diario y se ha rehusado a mantener silencio sobre las acciones del gobierno de Correa.

César Ricaurte, director ejecutivo de Fundamedios, una organización que defiende la libertad de prensa, dice que la controversia es una "pantalla de humo". "Esta claro que Martín fue despedido por sus opiniones", señaló Ricaurte.

La salida de Pallares le permite al diario deshacerse de una persona incómoda para el gobierno, afirma Ricaurte, y dice que hay otros signos de que El Comercio está suavizando su tono, dedicando sus investigaciones a temas como crimen y narcotráfico en lugar de la corrupción en el gobierno.

Por su parte, Carlos Mantilla Batlle, editor de El Comercio, niega que se esté cambiando de línea y señala que desde que el diario fue comprado, nadie le ha pedido que modifique la cobertura por motivos políticos. "Si cambiamos perderíamos a nuestros lectores", indicó.

Mantilla, de 50 años, es parte de la familia que fundó El Comercio en 1906, ha desempeñado diferentes cargos en el diario y se convirtió en editor el año pasado. Fue consultor del nuevo propietario antes de la compra del diario y luego de ésta continuó como editor.