EEUU: crece frustración en Houston mientras empresa eléctrica lucha por resolver apagón causado por Beryl

José Gutiérrez y su nieto Kamen Gutiérrez caminan hacia una estación de enfriamiento en la Iglesia Lakewood en Houston, Texas, EEUU, el martes 9 de julio de 2024.

Los habitantes de Houston se sienten abrumados por la intensa ola de calor y la falta de electricidad tras el paso del huracán Beryl, que dejó inundaciones y destrozos.

La mayor empresa eléctrica de Houston estaba cada vez más presionada el miércoles por su respuesta ante el huracán Beryl, mientras casi 1,4 millones de hogares y negocios del área seguían sin electricidad y los residentes buscaban lugares para refrescarse, cargar combustible y hallar algo de comer.

La concejal municipal Abbie Kamin calificó al prolongado apagón de “preocupante para la seguridad de la vida”.

“Decimos: ‘todo lo que podemos hacer’ para lograr que vuelva la electricidad. En mi opinión, respetuosamente, ésta ya debió haber vuelto”, dijo Kamin a un ejecutivo de CenterPoint Energy en una reunión del Consejo.

“Esta fue una (tormenta de) categoría 1”, dijo Kamin, refiriéndose al tipo de huracán más débil. “Sabemos que este clima severo, que el clima extremo debido al cambio climático, es real y lo hemos sabido desde hace tiempo”.

Trabajador limpia escombros de las calles de la ciudad de Houston, miércoles 10 de julio de 2024, después de que el huracán Beryl azotó Texas y dejó sin electricidad a casi 3 millones de hogares y empresas.

Los cortes de energía alcanzaron un punto máximo de 2,7 millones de clientes cuando la tormenta tocó tierra el lunes en Texas, de acuerdo con PowerOutage.us. Brad Tutunjian, vicepresidente de política regulatoria de CenterPoint Energy, defendió la respuesta de la empresa y dijo a los concejales que más de 1 millón de clientes ya tenían electricidad el miércoles en la mañana, aunque la cifra que marcaba el sistema de la empresa para dar seguimiento en línea era de poco menos de 1 millón en ese momento.

“Para mí, se trata de una cifra monumental”, dijo.

La empresa reconoció que más de 12.000 trabajadores que convocó para colaborar en las labores de recuperación no se encontraban en el área de Houston cuando llegó la tormenta. Según los pronósticos iniciales, Beryl llegaría a las costas mucho más al sur, cerca de la frontera entre Texas y México, antes de dirigirse hacia Houston.

La empresa no les pidió a trabajadores de otras compañías y municipios que se prepararan para “capear” la tormenta, “porque eso no es seguro”, dijo.

“Les pedimos que se mantengan lo más cerca posible para que puedan responder de forma eficiente y práctica”, señaló, refiriéndose a las instrucciones que recibieron los trabajadores.

Tutunjian hizo notar lo difícil que es restaurar rápidamente la electricidad interrumpida por árboles y ramas caídas.

“Cuando tenemos tormentas como esta, con árboles totalmente derribados… que arrastran nuestros cables y nuestros postes, es cuando llega el momento de hacer el trabajo de restauración”, dijo.

Los concejales presionaron a Tutunjian, preguntándole por qué la empresa, que ha estado en el área de Houston cerca de 100 años, no ha instalado más cables subterráneos. Respondió que desde hace décadas ha instalado bajo tierra todas las nuevas líneas en áreas residenciales.

Dos concejales dijeron que recibieron un texto sobre una casa que se incendió tras reportar un cable caído. En el texto se informa que el departamento de bomberos no pudo hacer nada y que la empresa de servicio público no respondió.

Beryl ha causado al menos siete muertos en Estados Unidos —uno en Luisiana y seis en Texas— y por lo menos 11 en el Caribe. Se debilitó al internarse en territorio estadounidense, y para el miércoles en la mañana ya era un ciclón postropical limitado, con su centro sobre el noreste de Indiana.

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