La Casa Blanca intenta defenderse de las acusaciones de que agentes del Servicio de Impuestos acosaron a grupos críticos del gobierno, mientras legisladores advierten que habrán más testigos en la investigación sobre los ataques en Bengasi.
El presidente Barack Obama dijo haberse enterado que el Servicio de Impuestos Internos de Estados Unidos (IRS, por sus siglas en inglés) podría haber investigado indebidamente a grupos conservadores, a penas la semana pasada y que de ser ciertas estas acusaciones él también pensaría que eso sería “escandaloso, contrario a nuestras tradiciones y que debe ser corregido”.
“Supe de esto personalmente por los reportes de prensa”, aseguró el mandatario. “Pero esto es muy claro. Si el IRS intencionalmente se enfocó en los republicanos, deben rendir cuentas”.
“No queremos que el IRS sea percibido como parcial o por lo menos neutral en la forma en que opera”, advirtió el presidente, excusándose por no comentar más profundamente "porque se realiza una investigación en este momento".
Lois Lerner, una alta funcionaria del IRS aceptó que su agencia "cometió errores" y pidió disculpas a grupos conservadores que fueron seleccionados para un examen adicional. Dijo que cerca de 75 organizaciones que incluyen las palabras “tea party” o “patriota” en sus aplicaciones fiscales, pasaron por revisiones adicionales innecesarias.
El periódico The Washington Post aseguró que las investigaciones iban dirigidas también a otros grupos “que critican la forma en que se conduce” el gobierno.
Los republicanos solicitan ahora que sea el mismo presidente Obama quien se disculpe personalmente.
“Esto es escandaloso”, había dicho la senadora Susan Collins, una republicana moderada, al programa “State of the Union” de CNN. “El presidente debe dejar bien claro que esto es totalmente inaceptable en Estados Unidos”.
Esperan nuevos testigos sobre Bengasi
El escándalo de los impuestos se sumó a la otra controversia sobre la forma en que el gobierno del presidente Barack Obama manejó el ataque al consulado de Bengasi el pasado 11 de septiembre, la cual podría aumentar si, como se espera, surgen nuevos informantes dispuestos a declarar lo que saben.
El presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, Mike Rogers, dijo el domingo en el programa “Fox News Sunday” que sí cree “que vamos a ver más declaraciones de informantes. Estoy seguro que mi comité ha sido contactado” (por ellos).
La semana pasada, tres diplomáticos, entre ellos el segundo del embajador Chris Stevens en Libia, Greg Hicks, declararon que se pudo haber hecho más para evitar el asalto al consulado en el que murieron el embajador Stevens y tres estadounidenses más.
Un reporte de ABC News reveló el viernes 12 versiones de los “talking points”, o puntos relevanes, que parecieron mostrar como varias agencias –particularmente el Departamento de Estado y la CIA—dieron forma a la posición de la Casa Blanca sobre los acontecimientos y sobre la forma en que sería explicada al público lo sucedido en Bengasi.
“Yo lo llamaría encubrimiento porque deliberadamente quitaron información”, dijo el domingo el senador John McCain en el programa “This Week” de la cadena ABC.
Pero el presidente aseguró que la controversia es solo “un circo".
“Los emails los dimos nosotros, los revisaron hace varios meses, concluyeron que no había nada indebido y de repente, hace tres días, explotan la bomba como si fuera una nueva historia”, dijo Obama.
“Yo he aceptado la responsabilidad de no haber hecho más por impedir sus muertes (del embajador Stevens y otros tres estadounidenses)”, añadió, asegurando luego que “los deshonramos cuando convertimos esto en un circo".
McCain pidió la formación de un nuevo comité para que entreviste a “todos” los involucrados, incluyendo a la ex secretaria de Estado Hillary Clinton, quien ya testificó ante el Congreso sobre este tema y aceptó la responsabilidad de la tragedia.
Los demócratas alegan que las investigaciones y las últimas aseveraciones están hechas pensando en debilitar o impedir la posible candidatura presidencial de Hillary Clinton en el 2016.
“Todo esto desafía lo lógica”, dijo Obama, asegurando que “no hay más que motivación política” para cuestionar la integridad de “Hillary Clinton, Mike Mullen, Thomas Pickering y por supuesto la mía”, terminó el presidente.
“Supe de esto personalmente por los reportes de prensa”, aseguró el mandatario. “Pero esto es muy claro. Si el IRS intencionalmente se enfocó en los republicanos, deben rendir cuentas”.
“No queremos que el IRS sea percibido como parcial o por lo menos neutral en la forma en que opera”, advirtió el presidente, excusándose por no comentar más profundamente "porque se realiza una investigación en este momento".
Lois Lerner, una alta funcionaria del IRS aceptó que su agencia "cometió errores" y pidió disculpas a grupos conservadores que fueron seleccionados para un examen adicional. Dijo que cerca de 75 organizaciones que incluyen las palabras “tea party” o “patriota” en sus aplicaciones fiscales, pasaron por revisiones adicionales innecesarias.
El periódico The Washington Post aseguró que las investigaciones iban dirigidas también a otros grupos “que critican la forma en que se conduce” el gobierno.
Los republicanos solicitan ahora que sea el mismo presidente Obama quien se disculpe personalmente.
“Esto es escandaloso”, había dicho la senadora Susan Collins, una republicana moderada, al programa “State of the Union” de CNN. “El presidente debe dejar bien claro que esto es totalmente inaceptable en Estados Unidos”.
Esperan nuevos testigos sobre Bengasi
El escándalo de los impuestos se sumó a la otra controversia sobre la forma en que el gobierno del presidente Barack Obama manejó el ataque al consulado de Bengasi el pasado 11 de septiembre, la cual podría aumentar si, como se espera, surgen nuevos informantes dispuestos a declarar lo que saben.
El presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, Mike Rogers, dijo el domingo en el programa “Fox News Sunday” que sí cree “que vamos a ver más declaraciones de informantes. Estoy seguro que mi comité ha sido contactado” (por ellos).
La semana pasada, tres diplomáticos, entre ellos el segundo del embajador Chris Stevens en Libia, Greg Hicks, declararon que se pudo haber hecho más para evitar el asalto al consulado en el que murieron el embajador Stevens y tres estadounidenses más.
Un reporte de ABC News reveló el viernes 12 versiones de los “talking points”, o puntos relevanes, que parecieron mostrar como varias agencias –particularmente el Departamento de Estado y la CIA—dieron forma a la posición de la Casa Blanca sobre los acontecimientos y sobre la forma en que sería explicada al público lo sucedido en Bengasi.
“Yo lo llamaría encubrimiento porque deliberadamente quitaron información”, dijo el domingo el senador John McCain en el programa “This Week” de la cadena ABC.
Pero el presidente aseguró que la controversia es solo “un circo".
“Los emails los dimos nosotros, los revisaron hace varios meses, concluyeron que no había nada indebido y de repente, hace tres días, explotan la bomba como si fuera una nueva historia”, dijo Obama.
“Yo he aceptado la responsabilidad de no haber hecho más por impedir sus muertes (del embajador Stevens y otros tres estadounidenses)”, añadió, asegurando luego que “los deshonramos cuando convertimos esto en un circo".
McCain pidió la formación de un nuevo comité para que entreviste a “todos” los involucrados, incluyendo a la ex secretaria de Estado Hillary Clinton, quien ya testificó ante el Congreso sobre este tema y aceptó la responsabilidad de la tragedia.
Los demócratas alegan que las investigaciones y las últimas aseveraciones están hechas pensando en debilitar o impedir la posible candidatura presidencial de Hillary Clinton en el 2016.
“Todo esto desafía lo lógica”, dijo Obama, asegurando que “no hay más que motivación política” para cuestionar la integridad de “Hillary Clinton, Mike Mullen, Thomas Pickering y por supuesto la mía”, terminó el presidente.