Apagar la luz es una acción cada vez más frecuente tanto en hogares como en empresas.
El encarecimiento de las materias primas, los derechos de emisión de CO2 y la guerra de Ucrania son los principales motivos por los que, según expertos, los precios de la energía se han desestabilizado y los consumidores cada vez tienen que hacer frente a tarifas más altas.
De acuerdo con el Operador del Mercado Ibérico de Energía (OMIE) en el mes de marzo, justo después de iniciarse el conflicto bélico en Europa del este, el precio de la electricidad en España alcanzó un máximo histórico incrementándose en más de un 23 %.
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España forma parte de la “Excepción Ibérica”, una medida impulsada por el gobierno del presidente Pedro Sánchez, y aprobada por la Comisión Europea, el pasado mes de junio. A través de ese sistema se estableció un límite promedio de 48,8 euros por megavatio por hora en España y Portugal, con lo que se aspiraba disminuir las facturas de los hogares entre un 15 % y un 20 %, aunque no dio los frutos esperados a largo plazo.
También lea Ataques rusos en Ucrania afectan atención médica y calefacción, dice Reino Unido“Ponle que el gas mensual me llegaba a unos 60 (euros), ahora me llega a unos 120, 160… Igual con la luz, me llegaba a 80, ahora me llega a 120… Me ha llegado incluso hasta los 200 euros”, dijo a la Voz de América Manuel Manzueta, un migrante dominicano residente en España, quien también añadió que, junto a su pareja, tratan de hacer un uso mínimo de la electricidad y no cocinan a diario para no encender tanto el gas.
A pesar de que en octubre España registró el precio promedio de la luz más bajo de 2022, para algunos aún es muy difícil llegar a fin de mes.
“En casa los recibos vienen más cargados”, dijo a la VOA Hilda, una migrante portuguesa.
Se acerca el invierno y muchos prevén que el gasto de la factura energética será aún más elevado al tener que usar calefacción. Es por eso por lo que ahorrar es la prioridad de ciudadanos como Rita Mejía, de origen hondureño:
“Trato de hacer una sola comida al día. Cocino y me lo guardo para la cena para no usar más el gas, cosas así", explicó.
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Por otro lado, Elisa Conesa afirmó que, además de controlar en qué franjas horarias la electricidad es más costosa, instaló placas solares en su vivienda para reducir el consumo eléctrico.
“Intentaremos controlar un poco más la situación”, dijo, a la vez que condenó los impuestos añadidos recientemente a las facturas eléctricas.
Pero, la subida de los precios de la energía afecta también de manera singular a los negocios.
Javier Monllau es dueño de una bodega ubicada en Hospitalet del Llobregat, una ciudad cercana a Barcelona. Aunque mencionó que su factura no es tan elevada como establecimientos que hacen un mayor uso de la energía, afirmó que los pagos energéticos durante los últimos meses “se han duplicado”.
“Cada uno se apaña como puede (…) Controlando el consumo de la luz, apagando luces para pagar menos”, explicó.
Rusia suministraba alrededor de un 40 % del gas que consumía Europa. Desde que el presidente ruso decidió invadir Ucrania, la Unión Europea ha tratado de lograr consenso entre los 27 países miembros para buscar alternativas energéticas y dejar de depender del gas ruso.
Limitar el consumo eléctrico, crear un banco europeo del hidrógeno o exigir un impuesto a los beneficios de algunas empresas eléctricas son algunas de las medidas que anunció el bloque en los últimos meses. Sin embargo, a pesar del esfuerzo de la Comisión Europea, a causa de las diferentes sensibilidades que existen entre los integrantes de la unión, la organización no ha logrado ponerse de acuerdo para establecer un tope al precio del gas ruso.
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